Cita 93 - “Y yo me di a la tarea, mientras estaba esperando que las carpas fueran hechas, de que yo haría esto. Y pensando en términos de la carpa, y todo este gran costo..., y ustedes ven en la visión, por qué yo dejé las campañas, porque yo me endeudé con quince mil dólares en una reunión, por no rogarle a la gente por dinero; yo no lo haría. Yo hice una promesa a Dios y yo no lo haría; y yo dejé las campañas. Y ahora, mirando hacia atrás, después de haber estado endeudado, estando en deuda ahora con quince mil dólares en California, estoy tomando prestado cien mil dólares para esta carpa. Eso quiere decir que yo creo en lo que estoy hablando. ¡Si señor! Eso es del Señor; eso es del Señor. Y la cosa buena de ello, un amigo verdaderamente bueno, hombre rico, pero un siervo del Señor, dijo: “Hermano Branham, yo se lo facilito a usted sin un centavo de interés. No tiene que pagar nada de vuelta, sino sólo lo real lo que tomó prestado. Usted no tiene que pagar ningún interés de ello.” Así que eso fue maravilloso. ¿Ven? Yo dije: “Gracias, Señor. Yo sé que vamos caminando hacia adelante.” Y ahora, digamos, yo desearía poner esa carpa allí en alguna parte, como por seis semanas, y aquí mismo en Twin Cities, y tener un avivamiento como de seis semanas con cada iglesia. Dejando fuera sus barreras ahora, y sus diferencias, y... ¿No sería eso maravilloso de venir y darse un apretón de manos uno con el otro? Y no sólo tener una oración por una persona; entonces cuando el enemigo viene otra vez para atacarlos, traerlos de nuevo otra vez; eso es lo que hay que hacer, quedarse allí hasta que se haya terminado. Y hacerlo noche tras noche tras noche por cuatro o seis semanas, o algo así, hasta que Dios diga: “Está bien, ahora he terminado. Ve a otro lugar.? Esa sería la clase de avivamiento para tener. Yo a menudo me he preguntado qué produciría eso; cada noche siempre ha tomando impulso. Y me he preguntado, qué es lo que ello haría si nos quedáramos lo suficiente. Deseando saber cómo esto se llevó a cabo, yo lo tenía todo arreglado, e iba a ir para Phoenix para mi primera reunión. Porque yo había medio prometido de sustituir al hermano Roberts allí, mientras él había ido a Australia. Y mientras yo iba a hacer eso por ellos, pues, el señor Allen vino, y él no se iba a ir sino hasta en marzo, y yo me había olvidado acerca de lo que la visión dijo, que era gente morena en otro país, y demás. Y entonces el señor Allen tomó el lugar, y ellos me dijeron: “Bueno, ¿desea usted venir de todos modos? El señor Allen se va a quedar. Y yo dije: “¡Oh, no! No. No si el hermano Allen está allí; porque no hay necesidad de que los dos estemos allí al mismo tiempo.” Y entonces como dos días después, el Señor me reveló, El dijo: “Yo nunca te dije que fueras a Phoenix en la visión, fue en medio de gente morena, México viejo.” Yo pensé: “Bueno, gloria al Señor. Tan exacto. Ustedes saben, Dios en Su gracia soberana pasará por encima de nuestros errores y nuestra ignorancia.”
Vida escondida en Cristo Minneápolis, Minn., 2-13-56