2 LA PALABRA HABLADA 9 La h istoria natural, la cual es de los . . . tomada de los historiadores más sobresalientes que conozco. Tengo en mi cuarto de estudio, ahorita, como cinco o seis libros: Las Dos Babilonias por Hislop, el libro de mártires de Foxe, y ótros grandes libros; como del Concilio Prenicéico, como cuatro libros sobre ese tema, como cuatrocientas páginas en cada libr o. Y también El Concilio de Nicea, y toda la historia que podamos encontrar. P orque, después de esto, de la cinta magnética, vamos a escribir un comentario sobre Las Siete Edades De La Iglesia, para enviar a todo el mundo, hasta donde podamos, porque estamos en los últimos días. Estamos en el tiempo final. 10 Nunca amaneció esto tanto en mi corazón hasta la- la última elección y entonces vi en dónde estábamos. Y el Espíritu Santo comenzó a revelarme que- que advirtiera al pueblo y que predicara esto. Y yo no lo puedo hacer en una- una iglesia como esta, suficientemente. Y entonces si yo me sentar a y escribiera el libro . .. Yo siento que si viniera al púlpito, y la inspiración del Espíritu Santo entre los Cristianos viniera sobre mí, para ayudarme, entonces sería más capaz para escribir el libro, después de sacarlo de la cinta, porque en eso tendríamos la inspiración. Los libros, desde luego, estarán corregidos un poco, porque aquí nosotros hablamos cosas que no podríamos poner en el libro. Y luego nosotros . . . Y tomamos mucho tiempo repitiéndonos, o por lo menos lo hago yo, y luego en el libro todo eso será corregido. Pero vamos a tratar de ponerlo todo, todo lo que podamos, en cintas. 11 Ahora, los muchachos tendrán allá afuera del edificio cada noche, las cintas, y literatura, y lo demás. 12 Ahora, quizás yo no pueda h acerlo cada noche, como hemos decidido intentar para la gloria de Dios, de- de traer estos siete mensajes de la iglesia, o Las Siete Edades De La Iglesia en siete noches, tomando una edad cada noche. Como, el lunes en la noch e, Efeso; martes en la noche, Esmirna; miér coles en la noche, Pérgamo; jueves en la noche, Tiatira; viernes en la noche, Sardis; y sábado en la noche, Filadelfia; y el domingo en la mañana y en la noche, Laodicea, la edad de la iglesia en que estamos vivien do. Dando la historia de la iglesia origin al, y los-y los escritores, y los historiadores, y los ángeles de cada edad, y- y los mensajes, y la trayectoria de la iglesia a m edida que ha llegado hasta este tiempo. Y es asombroso ver cómo cada predicción de esa Escritura encaja firmemente con la historia, exactamente. Al pensamiento de eso . . . Eso aun me asombró tanto, que ayer había leído hasta que sen tía que m is ojos se me salían de tan hinchados. 13 Y salí y le dije a m i esposa: "Yo nunca soñé que fuera de esa manera". ¿Ven?, ¡cuán grande fue!