LA EDAD DE SMIRNA 121
edificado para la adoración a Zeus y el otro fue edificado para Cybele. Y entre estos dos templos se encontraba el camino más hermoso de tiempos antiguos, el cual se llamaba La Calle de Oro. Para mí, esto muestra una penetración más profunda en el paganismo que había empezado en la primera edad, pero solamente se sabía que existía en Roma. La unión de dos templos, de un dios y una diosa, es la simiente de la adoración a la virgen María, en lo cual María es llamada la madre de Dios y recibe honor, y títulos y poderes que la hacen coigual con Jesucristo. La Calle de Oro que los une es un cuadro de la codicia que hizo que los organizadores nicolaítas unieran el Estado con la iglesia, porque ellos sabían las riquezas y el poder que estaría a su disposición. Como en la edad de Efeso se sembró para la trágica edad de Pérgamo que todavía estaba en el futuro, esta edad de Smirna era la lluvia, el sol y el nutrimiento que aseguraba la vil corrupción que confirmaría la iglesia en idolatría, lo cual es fornicación espiritual, de lo cual ella nunca saldría. La muerte la estaba penetrando desde la raíz hasta las ramas, y todos aquellos que tomaron de ella, tomaron de amargura y muerte.
10. Esta edad fue desde el año 170 hasta 312 D. C.
EL SALUDO
El primero y postrero, que fue muerto, y vivió, dice estas cosas:Apocalipsis 2:8
11. “El primero y postrero, que fue muerto, y vivió.” Ahora, estas palabras no son de un hombre. Solamente un hombre (si aun pudiera hablar desde la tumba) diría: “Yo soy el primero y el postrero, que fue vivo y es muerto.” La primera cosa que le sucede a un hombre es el nacimiento (es vivo) y la última cosa que sucede es la muerte. Así que aquí no es un hombre el que habla. Es la Deidad. El hombre (Adam) recibió vida y la tornó en muerte. Pero este Hombre (Jesús) tomó muerte y la tornó en Vida. Adam tomó inocencia y la volvió en culpa. Este Ser Justo tomó la culpa y la volvió Justicia. Adam tomó un paraíso y lo tornó en un desierto desolado; pero este Ser Justo viene para tomar un mundo que está oscilando y meciéndose con destrucción, para volverlo en otro Edén. Adam tomó una vida de