LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO 17
verdad; porque tambiĂ©n el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es EspĂritu; y los que le adoran, en espĂritu y en verdad es necesario que adoren. DĂcele la mujer: SĂ© que el MesĂas ha de venir, el cual se dice el Cristo. Cuando Ă©l viniere nos declarará todas las cosas. DĂcele JesĂşs: Yo soy, que hablo contigo. En Apocalipsis 15:3 dice:Y cantan el cántico de MoisĂ©s siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.
47. ÂżLo ven? El Cordero, el PontĂfice reteniendo Su Sangre como expiaciĂłn en el propiciatorio por nuestros pecados es el Señor Dios Todopoderoso. Ese es Su oficio presente. Eso es lo que está haciendo ahora; Su Sangre clamando por nuestros pecados. Pero algĂşn dĂa aquel Cordero será el LeĂłn de la tribu de Judá. Él vendrá con poder y gloria y tomará Su autoridad para reinar como Rey. Él es el Rey venidero de esta Tierra. Ahora, eso no quiere decir que Él no es Rey hoy; porque Él es nuestro Rey, Rey de los santos. Hoy dĂa es un Reino espiritual. No es de este sistema mundano, asĂ como nosotros tampoco somos de este mundo. Por eso es que nosotros nos conducimos diferente a los del mundo. Nuestra ciudadanĂa está en los Cielos. Nosotros reflejamos el EspĂritu del Reino en donde nacimos, donde JesĂşs es el Rey. Por eso es que nuestras mujeres no se visten con ropa de hombre, ni se cortan el cabello, ni usan todos esos cosmĂ©ticos y otras cosas que el mundo ama tanto. Por eso es que nuestros hombres no beben ni fuman, ni andan en el pecado. Nuestro dominio es el dominio sobre el pecado, y se fortalece por medio del poder que está en el EspĂritu de Cristo que mora en nosotros. Todo reino de la Tierra será quebrantado, pero el de nosotros permanecerá.
48. Ahora, nosotros hemos estado hablando acerca de los oficios y manifestaciones del Ăşnico Dios verdadero, y completando Su gloria en un estudio bĂblico. Pero Dios no es conocido intelectualmente. Él es conocido espiritualmente, por revelaciĂłn espiritual. Este mismo Ser que fue conocido como JesĂşs, segĂşn la