📖 El Libro de Edades - Pág 47
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LA VISIÓN DE PATMOS 47 señales del Jesucristo resucitado. ¿Por qué? Porque está viviendo por medio de los recursos naturales de la vid misma. Note usted, no fue injertado en la viña; nació en la viña. Las otras ramas que fueron injertadas, solamente podían dar de su propio fruto porque no nacieron de esa vid; ellas no saben nada acerca de la vid original ni del fruto original, ni siquiera pueden conocerlo, porque no nacieron de allí. Pero si hubieran nacido de la vid original, la misma vida que estaba en la vid original (Jesús) hubiera venido a través de ellas, y se hubiera manifestado a través de ellas. Juan 14:12:De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre. 35. Denominaciones que son dirigidas por el hombre no pueden ser nacidas de Dios; porque es el Espíritu y no el hombre quien da vida. 36. Cuán admirable es pensar en aquellas lámparas tomando vida y luz de los recursos de aquel vaso principal, porque tenían sus mechas sumergidas allí. Aquí están representando a cada uno de los siete mensajeros enviados a las iglesias. Su vida está ardiendo con el fuego del Espíritu Santo. Su mecha (vida) ha sido sumergida en Cristo. A través de aquella mecha, él está extrayendo la mera Vida de Cristo, y por medio de ella da luz a la Iglesia. ¿Qué clase de luz está dando? La misma luz que estaba en la primera lámpara. Y así recorriendo las edades hasta el tiempo presente del mensajero del último día; la misma luz es manifestada a través de una vida que está escondida con Cristo en Dios. 37. No podemos decir esto solamente de los mensajeros, pero todo verdadero creyente está dramáticamente representado aquí. Todos están alimentándose del mismo manantial. Todos han sido sumergidos en el mismo vaso. Están muertos a sí mismos y sus vidas están escondidas con Cristo en Dios. Están sellados por el Espíritu Santo. Efesios 4:30:Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención. 38. Ningún hombre los puede arrebatar de Su mano. Sus vidas no se pueden alterar. La vida visible está ardiendo y brillando, dando luz y manifestaciones del Espíritu Santo. La vida invisible, de adentro, está escondida en Dios y alimentada por la Palabra del Señor. Satanás no los puede tocar. Ni aun la muerte los puede tocar, porque la muerte ha perdido su aguijón; el sepulcro