📖 El Libro de Edades - Pág 55
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LA VISIÓN DE PATMOS 55 cada edad. Desde la edad de Efeso hasta esta última edad de Laodicea, cada mensajero trajo el Mensaje de Verdad al pueblo, y nunca ha dejado de ser la Palabra de Dios para cada edad en particular. Cada uno se mantuvo fiel a la Palabra. Fueron firmes en su lealtad hacia la luz original. A medida que cada edad se separó de Dios, Su mensajero fiel tornó esa edad hacia la Palabra. Sus fuerzas venían del Señor, o ellos nunca hubieran podido resistir la marea. Estaban seguros en Su cuidado, porque nada podía sacarlos de Su mano, ni tampoco había nada que pudiera separarlos del amor de Dios; ya fuera enfermedad, peligro, desnudez, hambre, cuchillo, vida o muerte. Ellos estaban verdaderamente rendidos a Él, y guardados por Su omnipotencia. Ellos no tenían temor de la persecución que venía por su camino. Dolor y burla solamente eran motivos para dar gloria a Dios de que ellos fueron contados dignos de sufrir por Él. Y en gratitud por Su salvación, ellos ardían con la luz de Su Vida, y reflejaban Su amor, paciencia, mansedumbre, templanza, benignidad, fidelidad. Y Dios los respaldaba con prodigios, señales y maravillas. Fueron acusados de ser fanáticos y cuántas cosas más. Fueron denunciados por organizaciones y puestos en mofa, pero se mantuvieron fieles a la Palabra. 61. Ahora, no es difícil mantenerse fiel a un credo; es muy fácil, porque el diablo está detrás de todo eso; pero es otra cosa ser fiel a la Palabra de Dios y volver a lo que la Palabra produjo originalmente después de Pentecostés. 62. No hace mucho, un hombre me dijo que la iglesia católica romana tenía que ser la iglesia verdadera, por cuanto ella se había mantenido fiel a lo que creía a través de todos estos años, y que no había cambiado; solamente había crecido. Eso no es cierto, de ninguna manera. Cualquier iglesia que está respaldada por el gobierno, y que tiene su propio credo (que de ninguna manera es la Palabra), y que no tienen ningún ministerio manifestado que provoque al diablo, seguramente podría continuar. Eso no es criterio aceptable. Pero cuando usted piensa del grupo pequeño, cuyos miembros fueron apartados, entregados a los leones, perseguidos, y expulsados para acá y para allá, y con todo eso se mantuvieron fieles a la Palabra, eso definitivamente tendría que ser Dios. Cómo es que sobrevivieron la batalla de la fe y todavía permanecieron: Ese es el milagro. 63. Este consuelo no es únicamente para los mensajeros de las siete edades de la Iglesia; todo verdadero creyente está en la mano de Dios, y puede experimentar de Su amor y poder, y