📖 El Libro de Edades - Pág 61
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LA VISIÓN DE PATMOS 61 la Estrella resplandeciente de la Mañana. Es el más hermoso entre diez mil a mi alma. Sí, aquel gran día está listo para manifestarse, y el Sol de Justicia nacerá trayendo salud en Sus alas. EL CRISTO VICTORIOSO Y cuando yo le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas: yo soy el primero y el último;Y el que vivo, y he sido muerto; y he aquí que vivo por siglos de siglos, Amén. Y tengo las llaves del infierno y de la muerte:Apocalipsis 1:17-18 76. Ningún ser humano podría aguantar el efecto completo de aquella visión. Con sus fuerzas totalmente agotadas, Juan cayó a Sus pies como muerto. Pero la mano amorosa del Señor le tocó, y en Voz de bendición le dijo: “No temas. No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último. Yo soy El que vive y estuve muerto; y he aquí vivo por siempre jamás.” ¿Qué hay que temer? El juicio que cayó sobre Él en la cruz, en la tumba, y cuando descendió, fue por nosotros. Él absorbió completamente la desgracia de la herida del pecado y ahora ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. Vea como cosa cierta que nuestro “Abogado” es nuestro “Juez”. Él es tanto “Abogado” como “Juez”. Como Juez, “el caso está arreglado” —queda concluido. Ahora pues no hay condenación. ¿Por qué tiene la Iglesia que temer? ¿Cuál promesa ha dejado Él de manifestar ante nosotros? ¿Por qué tiene la Iglesia que temer el castigo o la muerte? Todo ha sido vencido. Aquí está el conquistador poderoso. Aquí está el que conquistó los dos mundos, el visible y el invisible. No como Alejandro que conquistó al mundo a la edad de treinta y tres años, y no teniendo otra cosa que conquistar, murió víctima del pecado y de una vida licenciosa. No como Napoleón que conquistó toda Europa, pero finalmente fue derrotado en Waterloo, y fue deportado a Elba, sólo para encontrar que había sido conquistado. Pero nada puede conquistar a Cristo. El que descendió ahora ha ascendido sobre todos, y a Él ha sido dado un Nombre que es sobre todo nombre. Si, Él conquistó la muerte, el infierno y la tumba; y tiene las llaves de ellos. Lo que Él desata, es desatado, y lo que Él liga, es ligado. No se puede cambiar. No hubo conquistador antes de