LAS SIETE EDADES DE LA IGLESIA 66
escogió para la primera edad y cómo fue que Dios se manifestó en el ministerio de aquel hombre, sería el ejemplo para las demás edades. Lo que Dios hizo en la primera edad es lo que quiere hacer en todas las demás edades.
5. Ahora sabemos exactamente por la Palabra que fue registrada por el Espíritu Santo, cómo fue fundada la primera o la Iglesia original y cómo se manifestó Dios en ella. La Palabra no puede cambiar o ser cambiada porque la Palabra es Dios. Juan 1:1:En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Cambiar una sola palabra, como lo hizo Eva, trae pecado y muerte como dice en Apocalipsis 22:18-19:… Si alguno añadiere á estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.
6. Lo que la Iglesia fue en el Día de Pentecostés, ésa es la norma. Ese es el plan. No hay ningún otro plan. No le hace lo que digan los estudiantes, Dios no ha cambiado aquel plan. Lo que Dios hizo en el Día de Pentecostés tiene que continuar haciéndolo hasta que se terminen las Edades de la Iglesia.
7. Aunque los maestros le digan a usted que la edad apostólica ha cesado, no vaya a creerlo. Tal declaración está errada por dos razones. Primeramente, porque suponen que ya no hay apóstoles por cuanto los primeros doce han muerto. Un apóstol quiere decir un ‘enviado’; y hoy día hay muchos enviados, sólo que les llamamos misioneros. Por tanto, mientras haya hombres llamados y enviados con la Palabra de Vida, entonces continúa la edad apostólica. En segundo lugar, ellos hacen referencia a que la edad de ‘la manifestación del poder del Espíritu Santo’ ha cesado desde que la Biblia ha sido completada. Eso no es cierto. No hay ni una sola Escritura que sugiera eso, no obstante muchas declaran decisivamente lo contrario. Aquí está la evidencia que prueba que estas dos declaraciones son falsas. Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.