EL PRIMER SELLO 107
Porque ya está obrando el misterio de iniquidad (engañadores que engañan a la gente en distintas cosas): solamente (Dios) espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora impide (Cristo, la Novia); Y entonces será manifestado aquel inicuo (esto es en el tiempo de la apertura de los Sellos, “a su tiempo.” Pablo no dijo: “En mi tiempo,” sino en el tiempo cuando se manifieste), al cual el Señor matará con el espíritu de su boca (fíjese bien lo que es, porque lo vamos a ver más adelante), y destruirá con el resplandor de su venida;A aquel inicuo (“aquel”, un hombre), cuyo advenimiento es según operación de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos. Y con todo engaño de iniquidad (engañando a la gente con iniquidad) en los que perecen (estos no son la Novia, sino los que andan buscando tales cosas); por cuanto no recibieron el amor de la verdad (Cristo es la verdad y la Palabra, pero ellos más bien quieren un credo) para ser salvos. Por tanto, pues, les envía Dios operación de error, para que crean a la mentira (la misma mentira que le dijo a Eva); Para que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, antes consintieron a la iniquidad. 2 Tesalonicenses 2:3-12
46. ¡Qué cosa tan tremenda! Después que la Novia sea levantada, entonces este hombre de iniquidad se manifestará. Ella, la verdadera Novia de Jesucristo, ha sido escogida de entre todas las edades de la iglesia. Ahora, el otro día yo dije que la Novia podría subir y nadie sabría nada de ello. Correcto. Alguien me dijo: “Hermano Branham, ese sería el grupo muy pequeño.” Jesús dijo: “Como fue en los días de Noé (ahora usted hable con Él acerca de eso), cuando ocho almas fueron salvas por agua, así también será en la venida del Hijo del Hombre.”
47. Si hoy mismo subieran ochocientos en el Rapto, los que fueran dejados no sabrían de ello nada, ni mañana ni pasado ni nunca. Se irían y no habría nada de noticias. Todo continuaría igual.
48. Ahora, ¿que estoy tratando de decir? No estoy procurando darles un susto ni perturbarles la mente, pero quiero que estén