📜 El Libro de Sellos - Pág 109
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EL PRIMER SELLO 109 asistían delante de él: el Juez se sentó, y los libros se abrieron. Daniel 7:10 52. Recuerden que cuando Él vino, vino juntamente con Su Novia. La esposa asiste a su esposo, y aquí millones asistían delante de Él. El Juez se sentó y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el Libro de la Vida (Apocalipsis 20:12). Ahora, esto no es para la Novia, pues ella ya había subido y regresado para entrar en el juicio de las generaciones que rechazaron el Mensaje del Evangelio. Jesús dijo: La reina del Austro se levantará en juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque vino de los fines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón; y he aquí más que Salomón en este lugar. Lucas 11:31 53. La reina de Seba estará allí en el juicio con su propio testimonio, y ella, no siendo ni aun judía, subió con aquella generación de judíos; pero estos estaban ciegos y lo pasaron por alto, pues lo estaban buscando, pero Él vino tan sencillamente que les pasó completamente por encima. Esa reina con tanto esplendor se humilló y vino y aceptó el Mensaje; y Jesús dijo que ella estará en el juicio para condenar aquella generación. 54. Entonces ¿ve usted las tres clases de personas? Está el Libro del cual fueron juzgados los muertos; está otro libro, el Libro de la Vida, con los que tuvieron sus nombres en el Libro de la Vida. Algunos dicen: “Pues si su nombre está en el Libro de la Vida, entonces todo está bien, ¿verdad?” No señor. Fíjense bien en el ejemplo de Judas Iscariote: él tuvo su nombre en el Libro de la Vida. Ahora diga usted que eso no es la verdad. En Mateo capítulo 10, Jesús les dio a Sus discípulos el poder de echar fuera demonios, y los envió para sanar los enfermos, los leprosos y levantar los muertos. Salieron y volvieron, y Judas estaba entre ellos. Echaron demonios e hicieron toda clase de maravillas, y volviendo dijeron a Jesús: “Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.” (Lucas 10:17). Jesús les contestó: “Mas no os gocéis de esto, que los espíritus se os sujetan; antes gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.” (Lucas 10:20). Judas estaba allí entre ellos. Pero ¿qué sucedió? Cuando llegó el momento del grupo elegido subir al aposento alto a esperar el Día de Pentecostés y verdaderamente recibir al Espíritu Santo, Judas entonces mostró lo que tenía por dentro. Él estará en el juicio.