EL PRIMER SELLO 111
estando perfectamente en Cristo, sin pecado? ¿Para qué es entonces el juicio? El asunto es para aquellos que están dormidos.
59. Ahora, no ha sucedido por muchos años, pero esta es la hora de la revelación, cuando las cosas son manifestadas antes de la salida de la Novia. Estas son ya las últimas cosas. Amigos, yo creo que estamos llegando al final. ¿Cuándo? Yo no sé, no le puedo decir; pero quiero vivir esta noche de tal manera que si fuera esta noche, yo esté preparado. Él puede venir aun en esta noche o puede ser que no venga por otros veinte años; yo no sé cuando vendrá, pero cuando sea... Ahora, pueda que mi vida termine esta noche; y en esa hora lo que yo he hecho aquí se termina, y tendré que presentarme ante Él según mi vida aquí. Tenemos un dicho inglés: “Según la inclinación del árbol, así también caerá.”
60. Recuerden que cuando ellas fueron a comprar el aceite... Ahora, usted puede decir: “Espérese hermano Branham, yo no estoy muy seguro en cuanto a eso.” Cuando fueron a comprar el aceite y regresaron, la Novia ya había partido y la puerta estaba cerrada. Ellas tocaron, diciendo: “Déjanos entrar, déjanos entrar.” Ya estaban en las tinieblas de afuera.
61. Ahora, si usted quiere ver un tipo de eso, Jesús dijo que sería como “en los días de Noé.” En aquellos días ellos entraron al arca, la cual los condujo a través del juicio; y eso no es el tipo de la Novia de Cristo. Henoch es el tipo de la Novia. Noé pasó por la tribulación, sufrió, llegó a ser un borracho y murió; pero Henoch caminó ante Dios por más de trescientos años y tuvo un testimonio que agradó a Dios, lo cual fue que tuvo fe de rapto; y un día se fue caminando y empezó a subir, y subió hasta llegar al hogar celestial sin probar la muerte. Él nunca murió. Ese es el tipo de “nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no seremos delanteros (no seremos impedimento) a los que durmieron,” aquella misma clase de gente que han dormido, los que durmieron por razón de la edad humana. Ellos murieron hace mucho; pero no están muertos, sino dormidos. ¡AMÉN Y AMÉN! Están dormidos, no muertos; y la única cosa que necesitan es que el Novio les despierte; entonces “nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no seremos delanteros a los que durmieron...” Porque la trompeta de Dios sonará, “y los muertos en Cristo resucitarán primero: Luego nosotros los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire...” (1 Tesalonicenses 4:15-16). Y los