EL PRIMER SELLO 125
los malos después de la tribulación? Convertidos en ceniza). Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel. He aquí, yo os envío a Elías el profeta, antes que venga el día de Jehová grande y terrible.
109. ¡AMÉN! Aquí está terminándose el Antiguo Testamento de esta manera, y ahora tenemos el Nuevo Testamento terminando de la misma manera. ¿Cómo lo puede usted evitar? No se puede. Fíjense: “Les enviaré el profeta Elías ANTES que venga ese día.”Él convertirá el corazón de los padres a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres: no sea que yo venga y con destrucción hiera la tierra. Malaquías 4:1-6
110. Allí lo tiene usted. Esa es la Palabra del Señor. Él lo prometió y tiene que venir. Ahora, si usted nota cómo sucede todo esto, notará que es hermosa la manera como Dios lo hace.
111. La Novia sale con el Novio, y después de eso los malos son quemados con fuego inextinguible. Y después que la Tierra haya sido purificada, se reproducirá. Todas las cosas tienen que seguir ese proceso: pasar por un tiempo de purificación. Todas las aberturas volcánicas brotarán en ese día final, y la tierra se reventará por todos lados; y todos estos sumideros de pecado y demás cosas sobre la Tierra, serán destrozados hasta no quedar nada; porque serán quemados con un fuego tan ardiente que será como aquel cloro que destruyó aquella gotita de tinta y mandó su color otra vez a su creación original. Así será de ardiente el fuego de Dios que tornará todas estas cosas tan inmundas, otra vez a su condición original. Satanás y todo el pecado será quemado, y entonces todo aparecerá igual de hermoso como fue en el Huerto del Edén. Correcto. Esa hora tan tremenda está próxima.
112. Durante el tiempo de la tribulación, después que la Novia haya sido sacada (pues la iglesia pasará por la tribulación), entonces es cuando los 144.000 son llamados por los dos testigos de Apocalipsis 11:3. Ahora fíjense bien: Ellos profetizarán mil doscientos sesenta días vestidos de sacos. En nuestro calendario romano, el que actualmente usamos, tenemos a veces veintiocho días y otras veces treinta y un días, etc., pero en verdad el calendario tiene treinta días al mes. Correcto. Ahora, si usted divide mil doscientos sesenta entre treinta, le dará tres años y medio exactamente. Ese es