DIOS EN SIMPLICIDAD 49
sentado aquí por casualidad. No les estoy tomando el tiempo hasta las 12:30 o 1:00 de la tarde por casualidad. “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre justo.” ¿Ve usted? Hay una razón tras estas cosas. Hay razón para que usted crea y para que no crea; como sucede con la tinta. Ahora veamos aún más detalles.
192. Ahora, llegando hasta las moléculas, luego tomamos molécula número uno por molécula número nueve por molécula número doce. Si fueran once moléculas nos hubiera dado el color rojo, pero tuvieron que ser doce para dar el negro. Luego tomándolo en términos de átomos, podríamos decir átomo noventa y seis por átomo mil seiscientos positivo, lo cual nos da átomo mil seiscientos once; si fueran mil seiscientos doce, podría ser el color púrpura. ¿Ve usted? Y esto se continúa dividiendo y muestra que hubo algo allá en el principio. Eso apenas es el razonamiento común. Fue una creación y tuvo que tener Creador y salió de un Creador. Todo fue determinado y colocado en estas distintas cosas. Ahora, la ciencia no puede tomar átomo “B16” por doce, por catorce, etc., y salir con un resultado para luego hacer esto. Dios tuvo que hacer eso. Luego cuando llega al término de átomos, pues la ciencia lo puede empezar a entender; cuando llega a moléculas lo pueden ver mejor, y de allí a las sustancias químicas y hasta donde los pueden mezclar.
193. Ahora, el hombre antes de haber pecado (ya en conclusión, por favor no dejen pasar esto). Cuando el hombre pecó se separó de Dios y allí cruzó el gran abismo colocándose con la muerte de este lado; se vino y no había manera de regresar. Exactamente. No había manera de regresar. Pero cuando esto sucedió, Dios entonces aceptó un sustituto, un cordero, de las cabras u ovejas o algo parecido de sangre, de lo cual habló Abel del otro lado del abismo. De aquel lado él es un hijo de Dios, un descendiente de Dios, un coheredero de la Tierra; podía en esta capacidad hasta controlar la naturaleza, podía hablar algo y esto venir a existencia, pues era un creador porque era prole de Dios. Pero cuando cruzó el abismo entonces echó a perder su estado de hijo, es ahora un pecador por naturaleza, está bajo las manos y el dominio de Satanás. Luego Dios tomó un sacrificio, la química de la sangre; pero la sangre de machos cabríos y de becerros no borró el pecado, únicamente lo cubrió. Si yo tengo una mancha roja en la mano y la cubro con un paño blanco, la mancha todavía está, sí. Pero Dios envió del Cielo un Cloro para el pecado por medio de la Sangre de Su propio Hijo. Y cuando nuestros pecados confesados son echados al cloro de Dios, trate usted entonces de hallarlos. El color del pecado regresa a través de los mediadores y a través del tiempo, hasta llegar al mismo acusador, Satanás, y allí permanece hasta el día del juicio.
194. Y ¿qué sucede con el hijo? Él llega de nuevo a un compañerismo con el Padre, parado con Él del otro lado del abismo sin