📜 El Libro de Sellos - Pág 64
⬅️ 64/484 ➡️
LOS SIETE SELLOS 64 tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, es a saber, la redención de nuestro cuerpo. Romanos 8:22-23 42. ¡Oh, qué cosa! ¿No hace esto sentirnos gozosos a nosotros los ancianos? Esto debe hacer que todos nos sintamos gozosos, esperando la llegada de esta hora. Entendemos que esto sucederá en la primera resurrección. ¿Ve usted? Toda la naturaleza está gimiendo, y nosotros estamos gimiendo. Todo está gimiendo porque nos damos cuenta que algo anda mal. La única manera de gemir y esperar por algo, es por razón de la vida nueva que ha entrado y nos habla de un nuevo mundo. 43. Hace poco fui con mi esposa al supermercado y vimos una cosa muy rara, una mujer bien vestida, y era una cosa muy extraña porque ya casi no se visten; de alguna manera se les olvida ponerse su vestido (se olvidan voluntariamente). En eso mi esposa Meda me preguntó: “Querido, ¿por qué se vestirán de esta manera?” Le respondí: “Simplemente es el espíritu de la nación. Cuando alguien va a Alemania, allá encuentra un espíritu; si va a Finlandia, allá también encuentra un espíritu nacional; y si viene a América, aquí también tenemos un espíritu nacional. Nuestro espíritu nacional aquí en América es de bromear y juguetear. Y ¿sabe usted por qué? Esta nación fue fundada sobre la doctrina de los apóstoles y con unos líderes grandes como Washington y Lincoln, pero ahora ya hemos bajado de ese fundamento y sabemos que el castigo es inevitable; sabemos que hay una bomba atómica reservada con nuestro nombre; sabemos que la esclavitud está por delante. No hay cómo engañarnos a nosotros mismos. 44. Hablando de esto me hace pensar en estos cómicos que siempre están con sus cuentos y chistes, y las mujeres y los hombres siempre juntos; estas cosas me traen a la memoria la escena del niño que tenía que atravesar el cementerio de noche para llegar a su casa, y él mientras caminaba iba silbando para tratar de hacer creer que no tenía miedo; desde luego, él tenía miedo, no está engañando a nadie, por eso está silbando. Con silbar está tratando de dar la apariencia que no tiene miedo, pero sí tiene; y esa es la situación hoy. Pero ¡oh, que esperanza tan preciosa hay para el creyente con manos alzadas al Cielo clamando por la redención que se acerca cuando él ve estas cosas apareciendo! Este es un tiempo maravilloso para el creyente. 45. Ahora, en cuanto a este gemir en nuestros cuerpos. ¿Ha notado cómo tienen una lucha tremenda para vivir? Porque ellos quieren vivir. Y note también un animal cuando está muriendo, lucha tanto. Luego vemos al ser humano y toda la naturaleza, todo está gimiendo. Estamos gimiendo por dentro. ¿Ve usted? Sabemos que