📜 El Libro de Sellos - Pág 70
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LOS SIETE SELLOS 70 Redentor lo tomará de nuevo. Ahora, ¿ve usted hacia dónde vamos? Fíjese bien en Éste que está sobre el Trono. Ahora bien, está esperando el reclamo por la redención, su propia redención. ¿Qué es este Libro de la Redención, este título de propiedad? Es un título que ha sido examinado hasta su origen. Es como el ejemplo que dimos esta mañana de la gotita de tinta. Cuando la tinta cayó en el cloro, volvió hasta su origen. Y cuando el pecado ha sido confesado y ha caído en la Sangre del Señor Jesucristo, ¡oh, hermano! le es dado un título abstracto directamente al Creador, y usted llega a ser un hijo de Dios. El título de propiedad está en las manos del Todopoderoso. Su redención significa una posesión legítima y completa a todo lo que fue perdido por Adam y Eva. ¡Oh hermano! ¿Qué deberá hacer eso para un cristiano renacido? Su posesión legal al título de propiedad de Vida Eterna, significa que usted posee todo lo que Adam y Eva perdieron. Hermanos, ¿qué de esto? 64. Adam no podía cumplir con los requisitos de la redención. Después que vio que había perdido todo, había pecado, se había separado de Dios, estaba del otro lado del abismo y no había manera de redimirlo; no lo podía hacer porque él mismo necesitaba también la redención. Pero la ley requería un redentor semejante; la ley de Dios requería un redentor semejante. Eso se encuentra en Levítico capítulo 25, no tenemos tiempo para estudiar en detalle cada punto, porque cada texto nos tomará una noche completa. 65. Pero la ley de Dios recibió un sustituto. Ahora ¿cómo sería si Dios no hubiera prometido tomar un sustituto? Pero el amor le constriñó para hacerlo así porque el hombre no tenía la manera de regresar; no había cómo regresar, él estaba sin esperanza; pero la gracia de Dios se encontró con el Redentor semejante en la Persona de Jesucristo. La Ley así lo demandó, la Gracia cumplió con la demanda. ¡Oh! Sublime gracia, ¡cuán dulce es! 66. La ley de Dios requería un sustituto inocente y ¿quién era inocente? Todos los hombres habían nacido por medio del sexo, según la carne, TODOS; y el único que no había nacido según la carne, había canjeado los derechos a la Vida Eterna y de ser rey de la Tierra. Eso me hace recordar la Escritura:Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. Apocalipsis 5:9-10 67. ¡Oh, hermano, el Redentor semejante! ¡Qué sermón tendríamos