LA BRECHA 83
plomada en la mano de Zorobabel. Aquellas siete son los ojos de Jehová que recorren por toda la tierra. Zacarías 3:8-9, 4:10
114. Los siete ojos: ojos significan vidente; vidente significa PROFETAS, VIDENTES. Este Cordero tenía siete cuernos y sobre cada cuerno un ojo. Siete ojos. ¿Qué es esto? Cristo y Su Novia, las siete edades de la Iglesia en las cuales hubo siete profetas que salieron, siete videntes —ojos. ¡El último tiene que ser un vidente!
115. Ahora, note que éste no es un animal, porque tomó el Libro de la diestra de Aquel que estaba sentado sobre el Trono. ¿Quién era el dueño original que tenía el Libro de la Redención en Su diestra? Ningún ángel ni otro ser sobrenatural podía tomar ese lugar, pero luego ese Cordero inmolado salió y tomó el Libro de Su mano. ¿Qué sucedió? Hermanos, esta es la cosa más sublime en toda la Biblia: El hecho de que ningún ángel, ni ningún otro pudo hacerlo, y luego vino el Cordero y tomó el Libro de la diestra del que estaba sobre el Trono. Ahora pertenece al Cordero. Amén. Él es Quien lo tiene.
116. La ley de Dios requiere un Redentor semejante, y el Cordero salió valientemente diciendo: “¡Yo soy su semejante, yo soy su Redentor! Ya he hecho intercesión por ellos y ahora he venido para reclamar sus derechos.” ¡Amén y amén! “He venido para reclamar sus derechos. Ellos tuvieron derecho a todo lo que se perdió en la caída y ahora yo he pagado el precio.” ¡Oh hermano, que cosa! ¿No le hace esto sentirse gozoso? No es por nuestras buenas obras, sino por Su misericordia. Todos aquellos ancianos y los demás empezaron a tirarse al suelo y quitarse sus coronas. No había nadie que podía hacerlo, entonces el Cordero llegó directamente a la diestra de Dios y tomó el Libro de Su mano, y reclamó Sus derechos. “Yo he muerto por ellos, soy su Redentor semejante, soy el Mediador, mi Sangre fue derramada y he llegado a ser hombre e hice todo esto para redimir de nuevo aquella Iglesia que vi antes de la fundación del mundo; he decretado y he hablado diciendo que estaría en ese día; nadie podía tomar el Libro, pero yo bajé y lo hice yo mismo. ¡Yo soy su pariente!” Él tomó el Libro ¡Amén!
117. ¿Quién me está esperando allá esta noche? Iglesia, ¿quién es Aquel que nos está esperando? ¿Cuál otro le podía esperar? Es aquel pariente como Redentor. ¡Qué cosa más sublime!
118. Ahora Él tiene el acta del título de la redención en la mano. La mediación ha cesado. Recuerde, por todo este tiempo ha estado en la mano de Dios, pero ahora está en la mano del Cordero. Fíjense bien: El título de la redención de toda la Creación está en Su mano y Él ahora ha venido para reclamarlo todo para la raza