LAS SETENTA
SEMANAS DE DANIEL 135
tecostal en esa pequeñita minoría aquí arriba... Esa es la
razón que la luz casi se apaga en esta edad, allí en el calendario
– en el diagrama. Es la Edad Pentecostal, la Pentecostal, no –
no las denominaciones pentecostales, porque ellos hicieron
exactamente como Laodicea (ellos son laodicenses) – ellos hicieron
como los nicolaítas – se organizaron. Pero la Iglesia verdadera
alrededor del mundo ha sido formada hasta un lugar que ha venido un
ministerio en medio de ellos exactamente como el ministerio de
Jesucristo. Ahora, ¿qué tienen ellos? Ellos tienen la cosa en
condición. Ahora, ¿cuál es la próxima cosa? Esta Piedra
rechazada de la pirámide, cortada de la montaña ¿sin qué?, sin
manos. Dios la envió. ¿Lo ve usted? La rechazada, la Piedra
rechazada es la cabeza de la – es la cabeza, la Piedra de corona.
Y el Mismo que ellos han rechazado a través de esta edad gentil, es
Cristo. Y Cristo no fue cortado y puesto aquí como un vicario o
hijo de Dios, o algún gran dignatario en la Iglesia. Él es el
Espíritu Santo. Y la cabeza de la pirámide será Cristo viniendo.
¿Ve usted eso?
140. Ahora, por cuanto ellos están en forma... ¿Ve de dónde
tengo esto formado aquí como la pirámide? El arrebatamiento de los
santos produce la marcha a la gloria. ¿Ustedes entienden eso ahora?
Cristo la Piedra Angular, la Piedra rechazada, el Ojo que todo lo
ve, viniendo exactamente como la Biblia dijo... Y Daniel dijo que él
observó esta edad gentil hasta que la Piedra salió de la montaña,
la que no fue cortada con manos. Ellos nunca han puesto la Piedra
Angular sobre esa pirámide. Esa no fue cortada por las manos del
hombre. Son las manos de Dios que han cortado la Piedra. ¿Ve usted
eso? ¿Y qué hizo eso? Eso golpeó a la imagen exacto en los pies,
y la quebró en pedazos, la molió hasta el polvo. ¡Aleluya! ¿Qué
sucedió en ese tiempo, en la Venida de esa Piedra? Subió a la
Iglesia a la gloria en el Rapto, porque eso terminó la dispensación
gentil. Dios lo terminó, la venida de esa piedra.
141. Solían venir unas personas aquí a la Iglesia, un
hombrecito y su esposa. Ellos tomaban la Biblia y la ponían en
algún lugar y comenzaban a cantar:Oh, estoy buscando por esa
Piedra,