LA PALABRA HABLADA
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162. Y dije: “Seguro, me darĂa gusto ir”. Simplemente hice
una decisión demasiado rápida. Llegué a El Cairo, Egipto. La otra
noche cuando vi ese aviĂłn aterrizando allĂ en El Cairo, me lo
trajo a la mente. Entonces cuando llegamos allá y yo tenĂa mi
boleto para ir a Israel, ellos me iban a encontrar allĂ. Yo dije:
“Vayan y reĂşnan unos cuantos miles de los lĂderes. Tráiganlos
por acá a algĂşn valle, y veremos si Él todavĂa es profeta o no.
(Amén). Pues veamos lo que Él hará”. Oh, eso estaba en sus
manos. Eso es lo que ellos querĂan. Si ellos podĂan ver eso, ellos
lo creerĂan.
163. Entonces ¿qué hice yo? Llegué allà a El Cairo y ya iba
para allá, ya tenĂa mi boleto, faltaban cerca de 20 minutos para
la llamada. Algo dijo: “No ahora. La copa de la iniquidad no está
llena todavĂa. La copa del amorreo no ha sido llenada. ¡QuĂ©date
fuera de allĂ!” Yo pensĂ© que quizás me habĂa imaginado eso, y
salĂ detrás del hangar y orĂ©. Dijo: “QuĂ©date fuera de allĂ
ahora”. Entonces tomé mi boleto y me fui a otro lugar. No fui
porque la hora no era todavĂa.
164. Ahora, ÂżquĂ© tiempo Dios va a permitir que estos judĂos –
a comenzar a tratar con ellos de nuevo? Yo no puedo decĂrselo, yo
no sé. Nadie sabe eso. Pero escuchen, si Israel está ya en su
tierra, eso está ya... Todas las rocas están recogidas, el riego,
las aguas, y todo lo que Dios prometiĂł; ellos han hallado pozos y
cosas allà y grandes arroyos. Eso – Eso es el lugar más hermoso
que usted alguna vez ha visto. Ellos tienen una ciudad edificada
allĂ. Ellos tienen riego. Ellos tienen allĂ la mejor tierra que
hay en el mundo. Y descubrimos que en el Mar Muerto hay más
quĂmicos, suficiente para comprar al mundo entero. ÂżVe?
165. Todo cayĂł en sus manos. ÂżCĂłmo lo hicieron? Porque el
corazĂłn de Hitler fue endurecido, el corazĂłn de Mussolini fue
endurecido, justo como el corazĂłn de FaraĂłn fue endurecido y les
condujo de nuevo a su tierra. Y por 40 años ellos han estado
regresando de nuevo a esa tierra. Ahora, allà están esperando.
166. La Iglesia gentil está en Laodicea – fin de la Edad de
Laodicea. Si los judĂos están en su tierra, ya allĂ, y la
apostasĂa gentil ya ha tomado lugar, y teniendo un presidente como
el que tenemos; tenemos una nación que está toda partida, tenemos
bombas atĂłmicas col