📅 El Libro de Semanas - Pág 42
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LA PALABRA HABLADA 42 na”. Así que pensé: “¿Seré yo mismo pensando eso?” Y yo proseguí. 161. Algo me dijo: “Esta no es la hora”. 162. Me fui detrás del hangar, y levanté mi cabeza a Dios, y dije: “Dios, ¿eso eras Tú que me estabas hablando?” 163. Él dijo: “Esta no es la hora, quédate fuera de Palestina. Este no es el tiempo”. Entonces tomé mi boleto y lo cambié, y me fui de allí a través de Roma, regresé a Lisboa, Portugal, y de allí volví a los Estados Unidos. 164. La hora no era todavía. La iniquidad de los gentiles no ha sido llenada todavía, justamente hasta el borde de la copa; pero algún día eso será, y Dios enviará a alguien allá, eso es un profeta, y probará a ellos… Confío que Dios lo levantará pronto, cualquiera que éste sea, que lo levantará pronto. Yo creo que eso tiene que venir. Por eso es que estamos estudiando eso, que estamos tan cerca… 165. Y recuerde, el mismo minuto que los judíos reciban a Cristo, la Iglesia gentil se ha ido. Entonces los gentiles tienen las plagas derramadas sobre ellos –la tribulación. 166. Y – y cómo hombres, grandes maestros enseñan – y mirando en esta Biblia como esto – y dicen que la Iglesia va a través del periodo de tribulación, cuando no hay ninguna Escritura que diga eso. Ellos no tienen nada. 167. Un hombre vino a mí, no hace mucho, dijo: “Oh, la hermana McPherson enseñaba que la Iglesia iría a través de la tribulación, porque seremos luces brillantes en ese tiempo”. Eso es Israel entonces, no los gentiles. Los gentiles se han ido, la Iglesia. Ellos no tienen que ir a través de ninguna tribulación. El dragón arrojó agua de su boca (capítulo 17) e hizo guerra contra el remanente, las vírgenes durmientes, no la… La Iglesia verdadera se ha ido. Ella ya está en la Cena de las Bodas para estos – el espacio de tiempo donde la Cena de las Bodas continuará hasta la última semana. Y eso es cuando la tribulación se establezca, cuando las langostas y las persecuciones se levanten sobre las iglesias, y cosas como esas. Entonces en el fin, en el capítulo 19, aquí viene ella con su Novio (Aleluya), Rey de Reyes y Señor de Señores, vestidura teñida en Sangre, y las huestes celestiales montadas en caballos blancos viniendo con Él. Allí ella