LA PALABRA HABLADA
48
Oh, cuánto amo a Jesús,Oh, cuánto amo a Jesús,Oh, cuánto amo
a Jesús,Porque Él primero me amó. Yo nunca (levanten sus manos a
Él ahora) le abandonaré,Yo nunca le abandonaré,Yo nunca le
abandonaré,Porque Él primero me amó.
180. ¡Piénselo, Él nos hizo conocer esta gran revelación! ¿No
le amamos? ¿No es maravilloso Él? Cuán agradecidos estamos por
nuestro Señor Jesús, nunca nos abandonará. “He aquà estoy
contigo siempre, hasta…” ¿Estamos gozándonos en las Setenta
Semanas de Daniel? Oh, Âżno Le amamos? ÂżCĂłmo lo hace?
Mi fe mira hacia Ti,TĂş, Cordero del Calvario,Salvador Divino
(Adorándole en su corazón).Ahora, escúchame mientras ruego,Quita
todos mis pecados. Oh, permĂteme desde este dĂa,ser enteramente
Tuyo.
Mientras ando por esta perpleja y oscura vida(Todos nosotros lo
hacemos).Y apenas me cubren alrededor,SĂ© TĂş mi guĂa (guĂame a
travĂ©s de eso, Señor).Pido que las tinieblas se tornen en dĂa.
Quita las tristezas y temores. Nunca dejes que me desvĂe de tu
lado.
[El hermano Branham comienza a tararear: Mi fe espera en Ti
–Traductor]
Fortalece mi corazĂłn desmayado,