LA PALABRA HABLADA
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Amén.
26. Para resumir nuestras Escrituras por unos pocos momentos,
hallamos que Daniel había estado en cautividad por sesenta y ocho
largos años. ¡Piénselo! Ahora, ustedes con sus lápices y papel
que no obtuvieron esta mañana, pueden obtenerlo esta noche. Desde
el año 606 al 538 a.C. – saque 538 a 606, usted obtiene 68 años.
Daniel ha estado en un cautiverio; sin Iglesia a dónde ir, ni
sermones que oír, nada; pero él tenía algunos libros y rollos que
un profeta antes de él había profetizado; y eran de Jeremías.
27. Ahora, mientras estaba en los estudios de las Escrituras, él
vio el tiempo acabándose; que el tiempo de los setenta años… Y
Daniel solamente creyó cada Palabra que Jeremías el profeta habló.
Y yo digo esto a mi clase esta noche: ¿Debemos creer a nuestros
profetas? ¡Sí, Señor! Porque la Palabra del Señor vino a los
profetas. Ellos tienen “ASÍ DICE EL SEÑOR.” Y un verdadero
profeta nunca varía de él – de las palabras del otro profeta.
Ellos nunca lo harán decir algo que no ha sido dicho. Ellos dirán
exactamente lo que el verdadero profeta dijo. Eso los hace un
profeta. Entonces cuando ellos reciben eso, entonces ellos predicen
lo que está para venir… Sabiendo esto, con temor en su corazón,
no sea que ellos digan algo erróneo y eso desviaría a alguien,
nunca queremos hacer eso. QUEREMOS ESTAR ABSOLUTAMENTE SEGUROS QUE
TENEMOS LA PALABRA DEL SEÑOR ANTES DE DECIR “ASÍ DICE EL SEÑOR”.
¿Ve? Eso debe ser un absoluto, un mensaje directo del Trono de
Dios, o nunca lo diríamos.
28. Ahora, mientras estaba en estudios de las Escrituras, él vio
que los setenta años se acabaron; así que él estando allá 68
años, quedaban 2 años en el futuro hasta que Dios restaurara a Su
pueblo de nuevo a su patria. Mientras estaba en oración descubrimos
que hubo un poderoso Ángel que vino del Cielo. ¿Puede alguien dar
su nombre? [La congregación responde: “Gabriel” –Editor].
Gabriel. Y él es el Ángel a la Iglesia judía. ¿Cuántos saben
eso? En todas partes es Gabriel. Gabriel es el mensajero a la – la
Iglesia judía. Vino a María; él vino a Zacarías. Siempre es
Gabriel. Y él es uno de los grandes Ángeles de los Cielos.