EL SÉXTUPLE
PROPÓSITO 71
mismo Cristo visita a los judĂos, sana a sus enfermos y cosas, y
ellos todavĂa no saben quiĂ©n es Él. Ese MesĂas… Comencemos en
el capĂtulo 44 y el versĂculo 27:Entonces tu siervo mi padre nos
dijo: Vosotros sabéis que mi mujer me parió – mi mujer me parió
dos hijos. Y… y uno salió de conmigo… (Ese era José, el mismo
con quien ellos estaban hablando)… y dije, y pienso de cierto que
fue despedazado, y hasta ahora no le he visto. Y si tomareis también
Ă©ste de delante de mĂ, y le aconteciere algĂşn desastre, harĂ©is
descender mis canas con dolor a la sepultura.
75. Ellos tenĂan al pequeño BenjamĂn allá, su hermanito.
ÂżSabe usted a quiĂ©n representa BenjamĂn? Este nuevo grupo de
judĂos genuinos que se están juntando allá ahora para formar esos
144.000, esta – esta raza que está apareciendo. No estos
tramposos de Wall Street, no, no. Esos no son más que carne de
cañón. Ellos no son judĂos. Ellos no son judĂos. Los verdaderos
judĂos son estos Benjamines viniendo de más allá que ni aun han
oĂdo la Palabra de Jesucristo. Ahora, pues, cuando llegare yo a tu
siervo, mi padre, y el mozo no fuere conmigo, como su alma está
ligada al alma de él…
76. La propia Vida de Dios está ligada con Israel. Él se casó
con ella. Vamos a llegar a eso dentro de unos pocos minutos, si el
Señor lo permite. Él está casado con Israel: Su Vida está ligada
a ella como yo estoy ligado a la señora Branham allà atrás, mi
esposa, y usted está ligado a su esposa. Su Vida está envuelta en
eso. Y Dios está casado con Israel. ¿Y qué fue eso? Jacob dijo:
“Mi vida está envuelta y ligada a este muchacho”.Yo – y
sucederá que cuando no vea al mozo con nosotros… (José iba a
retener al muchacho, usted sabe. Sabemos la historia)… Y morirá…
(su padre)… y tus siervos harán descender las canas de tu siervo,
nuestro padre, con dolor a la sepultura. (Escuchen esa sĂşplica que
Rubén está haciendo ahora).Como tu siervo salió como fiador del
mozo a tu – ante mi padre, diciendo: Si no te lo devolviere,
entonces yo serĂ© culpable para mi padre todos los dĂas. RuĂ©gote
que quede ahora tu siervo por el mozo… (¡Oh, vaya!