LA PALABRA HABLADA
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Vea, él está parado delante de José su hermano. Este es José,
y él no le conoce. Oh, espere hasta que ese Milenio comience,
hermano)… tu siervo por el mozo, por siervo de mi señor
(escúchelo confesándolo como Señor), y que el mozo vaya con sus
hermanos. Porque ¿cómo iré yo á mi padre sin el mozo? No podré,
por no ver el mal que sobrevendrá á mi padre.
77. Suplicando, dando su propia vida. ¡CĂłmo estos judĂos se
pararán allá con sus manos extendidas! ¡Vigile! Vigile ahora el
versĂculo 45. Escuche con cuidado, no lo pase por alto:
78. Cuando JosĂ© pueda – entonces JosĂ© ya no podĂa tenerse –
contenerse delante de todos los que estaban al lado suyo…
(Hermano, eso es cuando el pecado va a ser acabado, y la
incredulidad sea desparramada)… y él clamó: y causó a todos los
hombres salir… de él. Y no quedó nadie con él, al darse a
conocer José a sus hermanos”.
79. ¿Qué es eso? Aun su propia esposa regresó al palacio. Oh,
vaya, la Novia en gloria mientras JesĂşs regresa (vamos a entrar
aquĂ). Para darse Él mismo a conocer… Entonces echĂł a llorar a
voz en grito (JosĂ© no se podĂa aguantar más tiempo; Ă©l gritĂł);
y oyeron los egipcios, y oyó también la casa de Faraón (atrás en
el palacio ellos oyeron a José gritando).
80. Ahora, eso fue un tipo de Cristo encontrándose con los
judĂos. Él sabe, Él los cegĂł para que nosotros pudiĂ©ramos tener
una oportunidad. Pero cuando Él viene a ellos otra vez, el pecado
de Israel será terminado. Y dijo José á sus hermanos: Yo soy
José… (ÂżQuĂ© piensa usted que JesĂşs dirá? “Yo soy su MesĂas.
Yo soy el que ustedes crucificaron”). ¿Vive aún mi padre? Y sus
hermanos no pudieron responderle porque estaban turbados delante de
él.
81. Oh, yo tengo que parar aquĂ por un minuto. Pasemos a
ZacarĂas el capĂtulo 12. Vayan conmigo ahora al libro de ZacarĂas
12. Quizás estoy tomando demasiado tiempo y comenzando a predicar,
usted sabe, sobre esto, pero yo – pero espero que no. Y yo – y
yo quiero que ustedes lo capten de veras.
82. ZacarĂas, vamos a conseguir el capĂtulo 12 de ZacarĂas, y
ver lo que Él va a decir cuando Él se pare ante sus hermanos.
ZacarĂas 12