LA PALABRA HABLADA
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rra, en aquellos dĂas, dice Jehová, no se dirá más: Arca del
pacto de Jehová; ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de
ella, ni la visitarán, ni se hará más. En aquel tiempo llamarán
á JerusalĂ©n Trono de Jehová (Él estará allĂ, Âżve?), y todas
las gentes se congregarán (¡aleluya!) á ella en el nombre de
Jehová en Jerusalén: ni andarán más tras la dureza de su corazón
malvado.
132. Eso es cuando esa ciudad será ungida. Eso es cuando la
Nueva Jerusalén será ungida. Y todas las naciones de la ciudad…
allĂ en RevelaciĂłn el capĂtulo 22, dice que las puertas no se
cerrarán de noche, porque allà no habrá noche. Y todos los reyes
de la Tierra traerán su honor y gloria a esta ciudad. Sus muros
serán de jaspe y piedra de sardio, doce clases de piedras; doce
puertas serán de una perla sólida en cada puerta. No habrá
necesidad de candelero. No habrá más luz del sol, porque el
Cordero que está en medio de la ciudad será la Luz. Y Él guiará
a Su pueblo a vida eterna. Habrá dos árboles puestos a cada orilla
del rio, y ellos serán para sanidad de las naciones. Eso es ese
Ungido que vendrá, la santa ciudad descendiendo de Dios del Cielo,
viniendo a la Tierra.
133. Tomemos ahora lo que sucederá durante ese tiempo. Oh, ¿ama
usted eso? Vamos a IsaĂas 65 por un minuto. Es demasiado bueno para
que lo pasemos por alto. Es demasiado bueno para que lo dejemos.
Puede estar un poco caluroso, pero vamos a seguir.
134. IsaĂas 65, escuchen lo que va a suceder durante ese tiempo;
y pregúntese a sà mismo, amigo pecador, si usted está – si
convendrĂa pasar por alto esto. IsaĂas 65, comencemos con el verso
17. Escuchen todos. Estoy terminando ahora. Esto es durante el
tiempo del Milenio cuando el Santo de los santos estará ungido.
Porque he aquĂ que yo crĂo nuevos cielos y nueva tierra; y de lo
primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. Más os
gozaréis y os alegraréis por siglo de siglo en las cosas que yo
crĂo: porque he aquĂ que yo crĂo á JerusalĂ©n… yo crĂo a
JerusalĂ©n (esa es la Nueva JerusalĂ©n) alegrĂa, y a su pueblo
gozo… (ÂżQuĂ© es la unciĂłn? El gozo del Señor)… crĂo a
JerusalĂ©n alegrĂa, y a su pueblo gozo.