📖 El Libro de Edades - Pág 110
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LAS SIETE EDADES DE LA IGLESIA 110 como Cristo vendría en carne humana para restaurar a los caídos. Pero había un animal, la serpiente, tan semejante al hombre, que Satanás podía llegar a esa bestia y por medio de esa bestia él podía llegar a ser carne humana y causar la caída, y así inyectarse en el género humano; así como Jesús algún día se inyectaría en el género humano, en cuerpos humanos, hasta llegar al punto de una resurrección en la cual nosotros tendríamos cuerpos semejantes al Cuerpo glorificado de Él. Así que lo que Dios obró en el huerto, era Su plan predestinado. Y cuando Satanás ocasionó lo que era necesario para cumplir el propósito de Dios, entonces el hombre no podía llegar al Árbol de la Vida en el huerto. Ciertamente que no. No era tiempo. Pero un animal (¿no fue un animal lo que causó la caída? dejemos entonces que muera un animal) fue tomado y su sangre fue derramada, y entonces Dios tuvo comunión de nuevo con el hombre. Entonces habría de llegar un día cuando Dios aparecería en carne; y por medio de Su humillación, Él restauraría al hombre caído y le haría participante de aquella Vida Eterna. Ya una vez que usted ve esto, entonces puede entender la simiente de la serpiente y puede saber que no fue una manzana lo que se comió Eva. No, fue la degradación de la humanidad por causa de la mezcla de la simiente. 118. Ahora, yo sé que dando respuesta a una pregunta, otra siempre aparece; y la gente me pregunta: “¿Si así cayó Eva, qué hizo Adam, porque Dios siempre descarga la culpa sobre Adam?” Eso es sencillo. La Palabra de Dios es para siempre fijada en los Cielos. Antes de que fuese hecha la más pequeña partícula de materia, aquella Palabra (la ley de Dios) estuvo allí exactamente como está escrita en nuestras Biblias. Ahora, la Palabra nos enseña que si una mujer deja su esposo y se va con otro hombre, ella es una adúltera y ya no es casada, y el esposo no debe reconciliarla. Esa Palabra fue la verdad en el Edén igual como fue la verdad cuando Moisés la escribió en la Ley. La Palabra no puede cambiar. Adam la tomó de nuevo. Él sabía exactamente lo que estaba haciendo, pero de todos modos lo hizo. Ella era parte de él y él estuvo dispuesto a tomar su responsabilidad sobre sí mismo. Él no la dejaría ir. Así que Eva concibió por Adam. Él sabía que sería así. Él sabía exactamente lo que sucedería con el género humano, y él vendió el género humano al pecado para poder tener a Eva, porque la amaba. 119. Y entonces nacieron esos dos hijos, los cuales serían los padres del género humano que aun ahora ya estaba contaminado.