LA EDAD DE EFESO 109
En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia,Que sobreabundó en nosotros en toda sabiduría e inteligencia;Descubriéndonos el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se había propuesto en sí mismo,De reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra:En él digo, en quien asimismo tuvimos suerte, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el consejo de su voluntad. Efesios 1:4-11Y todos los que moran en la tierra le (Satanás) adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fue muerto desde el principio del mundo. Apocalipsis 13:8
116. Pero aquella Vida no podía ser y no sería compartida de ninguna otra manera sino a través de “Dios manifestado en carne.” Esto era parte de Su propósito eterno predestinado. Este plan era para la alabanza de la gloria de Su gracia. Era el plan de la Redención. Era el plan de la Salvación. Ahora escuche bien: “Dios siendo un Salvador, fue necesario que predestinara a un hombre que necesitara salvación para así darse razón y propósito de existencia.” Eso es ciento por ciento correcto, y hay multitudes de Escrituras que lo prueban así, como por ejemplo Romanos 11:36:
Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea gloria por siglos. Amén.
117. El hombre no podía venir directamente y tomar del Árbol de la Vida en medio del huerto. La Vida Eterna primeramente tenía que llegar a ser carne. Pero antes de que Dios pudiese haber traído y salvado a un pecador, tenía que tener un pecador para traer y salvar. El hombre tenía que caer. La caída, que sería causada por Satanás, tenía que tener carne para así ocasionar la caída. Satanás tenía que venir por carne también. Pero Satanás no podía venir por carne humana para ocasionar la caída, igual