📖 El Libro de Edades - Pág 15
⬅️ 15/431 ➡️
LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO 15 Y era Felipe de Bethsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe halló a Natanael, y dícele: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Y díjole Natanael: ¿De Nazaret puede haber algo de bueno? Dícele Felipe: Ven y ve. Jesús vio venir a sí a Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero Israelita, en el cual no hay engaño. Dícele Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y díjole: antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera te vi. Respondió Natanael, y díjole: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. Respondió Jesús y díjole: ¿Porque te dije, te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que éstas verás. Y dícele: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre. La habilidad para discernir los pensamientos de los corazones de los hombres, hizo que los escogidos de Dios entendieran que Él era el Mesías —la Palabra ungida de Dios. Hebreos 4:12:Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos; y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Cuando la mujer junto al pozo experimentó que Él discernía los pensamientos de su corazón, ella le reconoció como profeta, declarando que el Mesías sería conocido por medio de esa señal. Juan 4:7-26: Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dice: Dame de beber.(Porque sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.)Y la mujer Samaritana le dice: ¿Cómo tú, siendo