📖 El Libro de Edades - Pág 19
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LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO 19 decir, cada uno tiene una obra, cada uno tiene un ministerio. El Espíritu Santo vino en Pentecostés y se repartió en cada uno para que se pudiera cumplir lo que dijo Jesús: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros” (Juan 14:20). 51. El Gran “Yo Soy,” el Dios Todopoderoso, ha venido como Espíritu para llenar Su verdadera Iglesia. Él tiene el derecho de moverse donde Él quiere y sobre quien Él quiera. Nosotros no hacemos ningunos “hombres santos” en nuestro medio, pero la verdadera congregación del Señor es santa, por causa de la presencia del Espíritu Santo. Es Él, el Espíritu Santo, quien es santo, no la congregación en sí misma. 52. Ahora, esa es la revelación: Cristo Jesús es Dios. El Jehová del Antiguo Testamento es el Jesús del Nuevo. No le importa cuánto se esfuerce usted, no puede probar que hay tres Dioses. Pero también se necesita una revelación por medio del Espíritu Santo para que usted pueda entender la verdad de que Él es UNO. Se necesita una revelación para ver que el Jehová del Antiguo Testamento es el Jesús del Nuevo. Satanás entró en la Iglesia y cegó a la gente con respecto a esta verdad. Y cuando ellos fueron cegados, no fue mucho tiempo después que la iglesia de Roma cesó de bautizar en el Nombre del Señor Jesucristo. 53. Yo sé que se necesita una verdadera revelación del Espíritu Santo para ver la verdad de la Deidad en estos días en que tenemos tanta perversión, cuando han pervertido la Escritura. Pero la Iglesia vencedora y prevaleciente está edificada sobre la revelación; así que nosotros podemos esperar que Dios nos revele Su Verdad. Sin embargo, en realidad usted no necesita una revelación sobre el bautismo en agua. Allí está frente a usted. ¿Sería posible, aun por un minuto, que los apóstoles fueran desviados del mandamiento directo del Señor que bautizaran en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y entonces encontrarlos en desobediencia voluntaria? Ellos conocían el Nombre, y no hay ningún lugar en las Escrituras donde bautizaron de algún otro modo, sino en el Nombre del Señor Jesucristo. El sentido común le diría a uno que el libro de los Hechos es la Iglesia en acción; y si así bautizaron, entonces así es como se debe bautizar. Ahora, si piensan que eso es fuerte, ¿qué piensan de esto? Cualquiera que no había sido bautizado en el Nombre del Señor Jesús, tenía que ser bautizado de nuevo. Hechos 19:1-6: