LAS SIETE EDADES DE LA IGLESIA 20
Y aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, andadas las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando ciertos discípulos,Díjoles: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Antes ni aun hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué pues sois bautizados? Y Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, es a saber, Jesús el Cristo. Oído que hubieron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
54. Allí está. Esta gente buena, de Efeso, habían oído de un Mesías venidero. Juan había predicado acerca de Él. Ellos fueron bautizados en el bautismo del arrepentimiento para remisión de pecados, mirando hacia adelante, hacia la creencia en Jesús. Pero ahora era tiempo de mirar para atrás hacia Jesús, y ser bautizados para perdón de los pecados. Era tiempo de recibir el Espíritu Santo. Y cuando fueron bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo, Pablo impuso sus manos sobre ellos, y el Espíritu Santo cayó sobre ellos.
55. Ahora, estas gentes de Efeso eran unas personas muy agradables; y si algunos tenían el derecho de sentirse tranquilos, serían ellos. Fíjese cómo habían progresado. Ellos habían llegado hasta el punto de aceptar el Mesías venidero. Ellos estaban esperándole. ¿Pero no puede ver usted que, no obstante todo esto, se les escapó? Él había venido y se había ido. Ellos tenían necesidad de ser bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo. Ellos tenían necesidad de ser llenados con el Espíritu Santo.
56. Si usted ha sido bautizado en el Nombre del Señor Jesucristo, Dios le llenará con Su Espíritu. Esa es la Palabra. Hechos 19:6 fue el cumplimiento de Hechos 2:38:
… Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.