LAS SIETE EDADES DE LA IGLESIA 34
Por lo cual Dios también le ensalzó a lo sumo, y dióle un nombre que es sobre todo nombre;Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que en la tierra, y de los que debajo de la tierra;Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, a la gloria de Dios Padre. Filipenses 2:9-11
122. Pero note otra revelación gloriosa en esta tipificación de José. Mientras estaba en Egipto le fue dado una novia gentil, y en la unión con ella tuvo dos hijos: Manasés y Ephraim. José le pidió a su padre que bendijera a los dos muchachos. Él los colocó en frente de Jacob para que Manasés, el primogénito, estuviera a la diestra de Jacob, y Ephraim a la siniestra. Cuando Jacob estaba a punto de bendecirlos, cruzó sus manos colocando la mano derecha sobre el menor. José clamó: “¡No así, padre mío, este es el primogénito a tu derecha!” Pero Jacob dijo: “Dios cruzó mis manos.”
123. Aquí en tipo, vemos que la bendición que pertenecía al primogénito (el judío) fue dada al menor (el gentil) por medio de la Cruz (manos cruzadas) del Señor Jesucristo. La bendición viene por medio de la Cruz. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición; (porque está escrito: Maldito cualquiera que es colgado en madero).Para que la bendición de Abraham fuese sobre los Gentiles en Cristo Jesús; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu. Gálatas 3:13-14
124. La bendición de Abraham vino por medio de la Cruz a los gentiles. Los judíos rechazaron la Cruz; por lo tanto, Jesús recibió la Novia gentil.
125. Ahora, volviendo a la historia de José encontrándose con sus hermanos, usted recordará que no todos los hermanos vinieron. José sabía eso e insistió para que todos los hermanos aparecieran ante él, o él no podía hacerse conocer ante ellos. Al fin y al cabo trajeron al que había faltado, Benjamín. Fue el pequeño Benjamín, el hermano de sangre pura, que hizo arder su alma. Y cuando nuestro José, Jesús, venga al pueblo que ha guardado los mandamientos de Dios, los cuales han regresado a la Palestina,