📖 El Libro de Edades - Pág 85
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LA EDAD DE EFESO 85 esparcir la verdad; su soberana vocación en esta vida era servir a Dios; y cuando sus esperanzas fueron nubladas, ellos fueron pacientes y rendían todo a Él, quien les había prometido una recompensa perpetua en los Cielos, por lo que ellos habían dejado por causa de Él aquí en la Tierra. 47. Pienso que debemos detenernos aquí para meditar sobre el pensamiento de que el pueblo de Dios ha sido y siempre será perseguido. Usted sabe que Génesis es el libro de los principios, y lo que vemos comenzando allí continuará a través del Apocalipsis y nunca cambiará. Allí vemos cómo Caín persiguió y mató a Abel porque él agradó a Dios. Y entonces vemos un ejemplo perfecto en el hijo de Abraham (según la carne), Ismael, quien atormentaba y peleaba con el hijo de la promesa, Isaac. Y luego Esaú, que aborrecía a Jacob y le hubiera matado si Dios no hubiera intervenido. En el Nuevo Testamento hallamos a Judas traicionando a Jesús, mientras que las sectas religiosas del primer siglo intentaron destruir a los creyentes primitivos. Los hijos de este mundo, controlados por el diablo, aborrecen a los hijos de Dios que están controlados por el Espíritu. 48. No importa cuán justo y recto sea un cristiano ante el público, y cuánta cortesía muestre hacia su compañero, haciendo nada más que lo bueno, deje que él confiese a Cristo como su Salvador y reconozca la operación de los dones del Espíritu Santo en lenguas, profecía, sanidad y milagros, y él será censurado. El espíritu de este mundo aborrece al Espíritu de Dios, y por cuanto no puede vencer al Espíritu del Señor, procura entonces destruir el vaso en el cual mora el Espíritu de Verdad. 49. Persecución y pruebas son una parte natural y normal en la vida cristiana. Hay una sola cosa que usted puede hacer con ellas: entregárselas todas a Dios. No juzgue, deje su fin y su decisión final a Él. 50. “Tú no puedes sufrir a los malos, y has probado a los que dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos.” Estos efesios creían en que el pueblo de Dios debiera ser santo. Según este versículo, ellos tomaron cuidados para guardar el cuerpo de pecado. Según parece, la apostasía ya había comenzado. El pecado había entrado en la Iglesia. Pero ellos fueron obedientes a la palabras de Pablo cuando él dijo que echaran a los malos de sus medios. Ellos fueron una gente separada. Habían salido del mundo, y ahora no iban a dejar que el mundo se metiera entre ellos. Ellos no toleraban el pecado en la Iglesia.