📜 El Libro de Sellos - Pág 119
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EL PRIMER SELLO 119 odiaba las denominaciones. En una ocasión dijo: “No empiecen a decir: ‘Nosotros pertenecemos a esto o aquello’, porque les digo que Dios puede despertar hijos a Abraham aun de estas piedras.” Él no fue uno que se envolviese en compromisos. Jesús les preguntó una vez en cuanto a Juan: “¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña que es meneada del viento?” Así no era Juan, no señor. 86. Otra cosa que él hizo fue que le habló a Herodías como Elías le habló a Jezabel. Entró directamente a la presencia de Herodes y le dijo: “No te es lícito tenerla.” Por causa de eso, ella mandó a degollarlo. El mismo espíritu que estaba en Jezabel, la cual intentó aniquilar a Elías, estaba en Herodías; y el mismo espíritu está en la iglesia jezabelina de hoy. 87. Ahora note bien la gran enseñanza que hallamos aquí. Parece que aquella gente lo hubiera reconocido. Juan comenzó a darles duro, y parece que esa gente hubiera reconocido que ese era el espíritu de Elías. Lo debieron haber entendido porque eso era. 88. Y hemos visto en el estudio de “Las Edades de la Iglesia”, y según las Escrituras, que está prometido ese mismo espíritu otra vez antes del fin. ¿Es la verdad? Ahora vea usted bien la naturaleza de este espíritu: Él no dará comienzo a otra edad de la Iglesia como sucedió con Lutero, Wesley y los demás; él no fundará otra iglesia, pues no queda tiempo para otra edad. Entonces él tiene que estar en contra de tales cosas porque su espíritu será igual como fue el de aquellos. Es el mismo espíritu. Como dije anoche, le agradó a Dios usarlo tres veces. Tres es el número de Dios, no el dos, sino el tres. Ya lo usó dos veces y ahora lo va a usar de nuevo porque así lo prometió. 89. Entonces este hombre no fundará otra denominación porque la Edad de Laodicea es la última edad. Y el séptimo ángel, el cual es el séptimo mensajero a la séptima edad de la iglesia, es el hombre indicado que revelará por el Espíritu Santo todos estos misterios, como los hallamos en Apocalipsis capítulo 10. 90. Los reformadores llegaron al final de cada edad de la iglesia para reformarla, para sacarla de donde había caído en el mundo y llevarla al nivel original; entonces allí se empieza una nueva edad de la iglesia. Siempre ha sido así, ya nosotros lo estudiamos detalladamente. En otras palabras, aquí tenemos la Iglesia Católica, la Edad Católica, y aquí viene Lutero, un reformador; y ¿qué hace? Desde el principio comienza a darle duro a la iglesia, y hace su declaración en contra de ella; pero después vemos que construye algo semejante a aquello contra lo cual protestó; es decir, otra