📜 El Libro de Sellos - Pág 136
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LOS SIETE SELLOS 136 esa vela encendida está supuesta a ser la hostia, la cual es convertida en Dios por el poder del sacerdote. Eso no es otra cosa sino puro paganismo. A veces digo: “Yo no entiendo”; pero sí entiendo por la gracia de Dios. 150. Ahora fíjense cómo es que ellos hacen estas cosas; y les son concedidos sus deseos. No, ustedes no tienen que hacer estas cosas, no señor; si usted no quiere hacerlo, pues, no serán forzados. Si usted no quiere conformarse con la Palabra de Dios en cuanto al modo de vivir, la adoración, etc., pues usted no tiene que hacerlo. Dios no obliga a nadie. Pero déjeme decirle una cosa: Si su nombre fue colocado en el Libro de la Vida del Cordero antes de la fundación del mundo, entonces usted se agradará tanto en hacer estas cosas que casi no podrá ni esperar hasta el momento oportuno para cumplir con la Palabra. 151. Usted posiblemente diga: “Mire, yo quiero que entienda esto, yo soy tan religioso...” Es muy posible. ¿Quién puede decir que aquellos sacerdotes en los días de nuestro Señor Jesucristo no fueron religiosos? ¿Quién puede decir que Israel no fue un pueblo religioso allá en el desierto cuando aún...? Y usted me dice: “Pues Dios me ha bendecido tantas veces.” Sí, y a ellos también, pues ni tenían que trabajar para vivir porque Dios los alimentaba del cielo, pero Jesús dijo: “Todos perecieron y están perdidos.” Ellos decían: “Nuestros padres comieron el maná en el desierto por cuarenta años.” Jesús les contestó: “Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y son muertos (eternamente separados), pero yo soy el Pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este Pan, vivirá para siempre.” Pues Él es el Árbol de la Vida. 152. Nadie puede decir que estos sacerdotes tan religiosos que le llegaron a Jesús, no eran hombres de primera clase. Ellos cumplían con la ley al pie de la letra y con todo lo que la iglesia decía; porque si no lo hacían, los apedreaban. Sin embargo, cuando se encontraron con Jesús, ¿sabe usted cómo los llamó? Juan les había dicho: “Generación de víboras, no penséis que por pertenecer a esa organización tienen algo que ver con Dios.” Y Jesús les dijo: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo; porque cada vez que Dios envió un profeta, vosotros lo apedreasteis y lo echasteis en la tumba; y ahora os ocupáis en blanquear sus tumbas.” 153. Ahora ¿no ha hecho lo mismo la Iglesia Católica? Fíjense en Juana de Arco, San Patricio y los demás, los colocaron en la tumba; luego como unos doscientos años después, desenterraron el