LOS SIETE SELLOS 86
“¿Qué pasa con el autor de esta revista hablando del Santísimo Padre Fulano de Tal; cuando la Biblia nos dice que no llamemos a ningún hombre ‘Padre’?” Lo que sucede es que están durmiendo con las vírgenes fatuas, esa es la razón. Pero vienen y dicen: “Sí, nosotros creemos.”
126. El otro día sucedió que una dama llamó a otra por el teléfono y le dijo: “Sabes que yo soy episcopal y el otro día hablé en lenguas, creo que recibí el bautismo del Espíritu Santo; pero, mira, ten mucho cuidado que no se lo digas a nadie.” Tengo duda de que ella haya recibido el Espíritu Santo; pueda ser que habló en lenguas, pero si un hombre es encendido con el Espíritu de Dios, ¿cómo puede quedarse quieto? NO se puede hacer.
127. ¿Puede usted imaginarse a Pedro, Jacobo y Juan y los demás en el aposento alto, diciendo: “Ahora sí tenemos el Espíritu Santo, vale más que nos quedemos quietos”? Hermano, ellos salieron por las ventanas y por las puertas hacia la calle y parecían unos borrachos. ¡Ese es el genuino Espíritu Santo! Pero ¿ve usted? Esa virgen fatua de todas maneras no está recibiendo nada. Correcto. Y recuerden: “mientras que ellas iban a comprar aceite...” Las Escrituras no dicen que encontraron aceite, pero mientras andaban tratando de comprar, se oyó el clamor. ¿Qué sucedió? Todas esas vírgenes que durmieron se levantaron y aderezaron sus lámparas y entraron a la cena. ¿Correcto? Y las demás fueron dejadas para la gran tribulación, donde habrá únicamente lloro y crujir de dientes. Esta es la iglesia, NO la Novia, sino la iglesia; la Novia entró a la Cena. Hay una gran diferencia entre la iglesia y la Novia, sí señor. La Novia entró a la Cena de las Bodas.
128. Ahora, los sellos fueron abiertos en la última edad de la Iglesia para revelar estas verdades. El Cordero abrió los sellos y se los reveló a Su Iglesia para así recoger Sus súbditos para Su Reino, Su Novia. ¿Ve usted? ¡Oh, mire! Él ahora quiere traer Sus súbditos a Sí mismo. ¿Cómo lo hará? Del polvo de la tierra, de las profundidades de la mar, de los abismos y de todas partes donde fueron colocados, de las regiones de tinieblas, del paraíso y dondequiera que se encuentren; Él llamará y ellos responderán. ¡AMÉN Y AMÉN! Él llamará y ellos responderán.
129. Él viene para llevarse Sus súbditos. Él reveló Sus secretos y ellos lo reconocieron. Luego para ese tiempo, el tiempo no será más, ya se acabó, ha terminado. Bien, ahora, Él deja el Trono donde ha estado como Cordero Intercesor, para ser el León, un Rey para traer el mundo a juicio, el cual ha rechazado Su Mensaje. Él ya no es Mediador. Recuerde la enseñanza del Antiguo Testamento: Cuando la sangre se apartaba del propiciatorio ¿qué sucedía? Se convertía en tribunal de juicio. Y ahora cuando el Cordero inmolado salió de la eternidad, del Trono del Padre, y tomó Sus derechos,