📅 El Libro de Semanas - Pág 110
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LA PALABRA HABLADA 110 vino ante mí aquí hace pocos minutos”. Ella lo miró y dijo: “Andy, estás – estás... ¿qué pasa?” Ella dijo... Él dijo: “No. Él se paró aquí mismo ante mí y me dijo algo”. Dijo: “¿Qué dijo Él?” —“Es más tarde de lo que piensas”. 33. En pocas semanas desde entonces –dos o tres semanas– él sufrió una trombosis, y estaba postrado y paralizado allá en el hospital muriendo. Yo dije: “Tía Hattie, debe tener vergüenza por no llamarme, o a alguien, para poner su corazón en condición para esta hora a la cual él ha llegado ahora”. 34. Yo pregunté al Señor la siguiente mañana cuando yo... él no podía hablar, entonces yo le pregunté y dije: “¿Puede oírme, tío Andy?” Él solamente meneó su cabeza un poquito y movió su quijada. Oré por él e hice que confesara sus pecados ante Dios. Quise bautizarlo y la tía Hattie también quiso bautizarse. 35. Yo bajé al pasillo para ver a una dama joven que vive aquí en el vecindario, que ellos iban a enviarla al psiquiátrico, y el Señor hizo una gran cosa por ella: regresó a casa. Entonces en el camino me encontré a una hermana de color, y ella dijo: “¿No es usted el hermano Branham?” Y dije: “Yo soy”. Ella dijo: “¿Usted se acuerda de mí? Soy la Señora Drye”. 36. Y dije: “Sí, creo que sí. Pete Drye y ellos. Sí, yo – yo la recuerdo”. Ella miró dentro del cuarto, y cuando lo hicimos... yo me pregunté por qué ella dijo eso. Allí el tío Andy se había levantado en la cama, y se sentó allí, y movió sus manos y brazos como cualquiera, tratando de quitar la cosa – bajar la cosa de la cama para poder salir e irse. Ahora van a venir para ser bautizados en el Nombre del Señor Jesús, él y su esposa. 37. Así... Pero por eso es que dije: Es más tarde de lo que nosotros pensamos. Y creo que estas “Setenta Semanas de Daniel” lo traerán a nuestro entendimiento. 38. Ahora, la mayoría de nuestros hermanos pentecostales (lo cual mencioné antes en la cinta, que no están de acuerdo con esto), ellos están esperando una grande y poderosa cosa que suceda. Y hermanos míos, si ustedes escucharan atentamente (y no…) y escuchan, ustedes hallarán que ese algo grande y poderoso ya ha sucedido.