LA PALABRA HABLADA
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52. Y asĂ, sin duda que a travĂ©s de las edades ha habido
centenares y centenares de personas, estudiantes, hombres capaces,
tratando de explicar lo que fueron estas setenta semanas. Y he leĂdo
mucho de sus comentarios sobre eso; y estoy agradecido al Sr. Smith
de la Iglesia Adventista por sus puntos de vista; estoy muy
agradecido al Dr. Larkin por sus puntos de vista; estoy muy
agradecido a todos estos grandes eruditos por sus puntos de vista
sobre esto. Y leyéndolos, eso me alumbra mucho, que puedo hallar
lugares que parecen correctos. Pero para obtener los puntos de vista
que yo – yo pensĂ© que me gustarĂa explicar, yo busquĂ© a travĂ©s
de la enciclopedia “el tiempo”, para encontrar lo que
significaba “tiempo”.
53. Y encontramos aquà que tenemos “tiempo, tiempos y la mitad
del tiempo.” ¿Qué es tiempo? ¿Qué es una semana? Ahora, eso ha
sido 3.430 años atrás desde que esto fue – desde que Dios
comenzĂł a tratar con los judĂos – hace muchos, muchos años
atrás. Daniel fue antes de Cristo – en ese tiempo fue 538 a.C. –
538 años antes de Cristo, cuando él habló esto para el “tiempo,
tiempos y la mitad de un tiempo”, y setenta semanas. Mire a dónde
estas setenta semanas lo llevarĂan; pues Ă©l todavĂa estaba en
Babilonia en esas setenta semanas, y aĂşn Dios le dijo que ese era
todo el tiempo que habĂa sido determinado sobre el pueblo.
54. Ahora, mi Iglesia aquà sabe que a través de los años yo
siempre les he dicho a ustedes: “Si usted quiere saber quĂ© dĂa
de la semana es, mire al calendario; pero si usted quiere saber el
tiempo que estamos viviendo, vigile a estos judĂos”. Ese es el
único reloj. Dios no – no asignó ciertos tiempos para los
gentiles; no hubo cierto espacio de tiempo. Y allĂ es donde pienso
que muchos grandes escritores lo mezclaron, tratando de aplicar esto
a judĂos y a gentiles, porque Él dijo: “Tu pueblo”, pero Él
estaba hablando a Daniel, no a la Iglesia; al pueblo de Daniel, los
judĂos. Si Él le estuviera hablando a la Iglesia, usted no puede
hacer que eso funcione en ninguna parte. Usted está – usted muy
atrás, aun antes de la Venida de Cristo. Eso ya hubiera pasado,
según cualquier clase de semanas proféticas que se quisieran
aplicar; ya hubiera pasado. Pero Él estaba hablando a los judĂos,
por lo tanto, el judĂo es el reloj de Dios.