LA PALABRA HABLADA
12
no larga vida, no riquezas – sino que él pudiera tener
sabidurĂa para saber cĂłmo juzgar el pueblo de Dios. Y Dios honrĂł
esa oraciĂłn y le dio a SalomĂłn esa sabidurĂa, porque eso era para
su pueblo. Y por eso es que estoy pidiendo a Dios me permita saber
lo que estas semanas significan, porque yo sé que este es el
calendario exacto para la edad en que estamos viviendo; y por lo
tanto, yo quiero saberlo, no para mĂ mismo, estoy… no para mĂ
mismo – por supuesto yo quiero saberlo. No quiero decirlo de esa
manera. No para mĂ mismo, porque no lo quiero para mĂ mismo. Yo
quiero saber, porque yo quiero conocer dĂłnde estamos viviendo y en
qué tiempo nosotros estamos viviendo. Y entonces yo sé que eso fue
dado.
39. Y diferentes personas se lo han imaginado, y ellos lo han
tenido en tiempo muy atrás… un individuo, yo estaba leyendo, lo
tenĂa en el 1919, de – de las “Setenta Semanas”. Bien, eso no
fue asĂ. DespuĂ©s de las Setenta Semanas… DespuĂ©s de las Setenta
Semanas, todo eso es terminado. Asà nosotros – nosotros no –
nosotros queremos saber la verdad; y estoy pidiéndole a Dios que me
dé la verdad.
40. Ahora, para regresar a esto, volver, yo quiero repasar un
poquito desde atrás; por lo tanto, tengo unas notas que he anotado
que tuvimos en el quinto, cuarto y quinto capĂtulo, de modo que el
pueblo entenderá… Primero, antes de hacer esto, quiero envolverlo
de modo que usted lo tenga desde el cuarto… Ahora recuerde, el
tercer capĂtulo fue la Edad de la Iglesia de Laodicea, y la Iglesia
fue tomada en el fin de Laodicea.
41. Ahora, estaba tratando de explicarle algo a mi esposa acerca
de eso. Yo tenĂa a Becky, mi hija, con diccionarios de diferentes
tipos y cosas que pude obtener. Ellos no dan la respuesta. Obtuve el
diccionario bĂblico, obtuve el antiguo diccionario griego, yo
obtuve el de Webster, y muchos otros diccionarios modernos. Ninguno
de ellos pudo aun dar – dar las palabras o respuestas en ninguna
manera.
42. Mi esposa dijo: “¿Cómo esperas que nuestra gente, que es
gente pobre, y muchos de ellos sin educaciĂłn, como lo somos
nosotros, entiendan cosas como esa?”
43. Yo dije: “Dios dará la respuesta”. No importa cuán
complicado eso sea, Dios puede desmenuzarlo y hacerlo simple; porque
somos