LA PALABRA HABLADA
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están llenos de los genuinos. Quedémonos con los genuinos.
Tengamos lo real, o no tengamos nada. ¡Amén!
137. Ahora, concluyendo, es un hecho que Dios trata con Israel
solamente cuando él está en su tierra. Tomaremos… cuando Dios –
Abraham dejó la tierra y bajó a Egipto, ¿qué sucedió? Él
caminĂł fuera de la voluntad de Dios y nunca fue bendecido hasta que
retornó de nuevo a su tierra. Dios nunca trató con él, ni por una
visión, ni por ninguna otra cosa, hasta que él regresó a la
tierra.
138. Mire a Israel cuando ellos fueron enviados abajo a Egipto,
cuatrocientos años: ni un milagro, ni una señal, ninguna cosa
sucediĂł en medio de ellos, ni se registrĂł en la historia del
Libro. Lo mismo durante todo el tiempo: vaya a la Iglesia, ofrezca
el cordero, diga un “Ave MarĂa” (o cualquier otra cosa que eso
fuera), y regrese. El siguiente año, la misma manera. Los
sacerdotes todos discutĂan. Rabino tal y tal… “Elegiremos al
Rabino tal y tal, él tiene una mejor erudición, él conoce más
acerca de los egipcios”. La primera cosa, usted sabe, los egipcios
y – y todos ellos eran la misma cosa.
139. Esa misma cosa que ha sucedido a la Iglesia. Todos nos hemos
ido a los metodistas, o bautistas, o presbiterianos, y tenemos un
grado de “Hartford”. Tenemos un grado de “Wheaton”. Tenemos
un grado de algún otro lugar, o de “Bob Jones”. Nosotros
–nosotros tenemos un “Bachiller en Artes”. Tenemos un D.D.,
LL.D., o alguna otra cosa. ¿Qué resulta de todo eso? Un montón de
necedades. Esa es la manera como era en Egipto.
140. Y Dios nunca hizo trato con Israel hasta que él vino a su
tierra. ¡Óigame! ASÍ DICE EL SEÑOR: Dios no trata con Su Iglesia
hasta que ella regrese a su tierra, el mensaje de la hora. ¡Vuelva
a lo original! ¡Salga de su idea metodista, bautista,
presbiteriana, pentecostal, asambleas, unitarios, trinitarios,
quintenarios, o lo que sea; “Iglesia de Dios”, nazarenos,
“Peregrinos de Santidad”, “Iglesia de Cristo” – ¡Todos
los movimientos anticristos! Y me doy cuenta que esto golpea al
mundo. Todos equivocados, todos del diablo. Hay hombres piadosos en
cada una de ellas, gente piadosa en cada uno de esos movimientos,
pero la organizaciĂłn en sĂ misma no es de Dios, y Dios nunca la
bendecirá. Él nunca ha hecho eso.