📅 El Libro de Semanas - Pág 94
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LA PALABRA HABLADA 94 ¡Agárrese de la mano…!(¿Extenderá usted y agarrará Sus manos ahora?)Edifique sus esperanzas en cosas eternas,¡Agárrese de la incambiable mano de Dios! Entonces cuando este viaje esté completado,(Algún día será)Si a Dios tú has sido fiel,Claro y brillante Su hogar en gloria,Su extasiada alma lo verá. (¿Por qué no lo hace usted?). ¡Agárrese de la incambiable mano de Dios!¡Agárrese de la incambiable mano de Dios!¡Agárrese de la incambiable mano de Dios!Edifique sus esperanzas en cosas eternas,¡Agárrese de la incambiable mano de Dios! 148. Muchas escenas he visto; casi treinta y un años detrás del escritorio. He visto escenas tristes; he visto escenas gloriosas. La más triste escena que yo haya visto en mi vida, de cuantas he visto (niños muriendo de hambre en las calles, he visto madres mendigando por un pedazo de pan), la más triste escena que haya visto, es ver a un hombre, un ser humano, que deseó ser un hijo de Dios, muriendo sin conocer a Dios. 149. Recuerdo a una mujer parándose en la puerta de esta iglesia una noche, se rió de mí y dijo: “Yo no permitiría que mi vaca tenga la clase de religión que él tiene.” En menos de una hora fui llamado al hospital. Una mujer hermosa, cerca de 22 años de edad, ella estaba gritando: “Tráiganme a ese predicador aquí”. Ella era de la fe católica. Cuando me acerqué, la anciana hermana dijo: “Usted llegó demasiado tarde, hermano Branham. Ella murió hace cinco minutos”. Yo dije: “¿Puedo verla?” Dijo: “Ella gritó por usted sus últimas palabras: ‘Tráiganme a ese predicador’, hermano Branham”. Su