LOS SIETE SELLOS 122
una reforma; pero en Apocalipsis leĂmos acerca del sĂ©ptimo ángel, que su Mensaje es para revelar, no para reformar. Es para revelar los secretos. Es la Palabra en el hombre. En Hebreos 4:12 leemos: Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espĂritu, y las coyunturas y tuĂ©tanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazĂłn.
98. Este hombre no es un reformador, sino un revelador. ÂżRevelador de quĂ©? De los misterios de Dios. La iglesia tiene estos misterios todos enredados, pero Ă©l vendrá a la escena con la Palabra de Dios y revelará la verdad de todas estas cosas, porque a Ă©l le toca restaurar la fe de los padres a los hijos. La fe original de la Biblia debe ser restaurada por el sĂ©ptimo ángel. ¡Oh, cĂłmo amo esto! Todos los misterios de los Sellos, que los reformadores no entendieron cabalmente. Ahora, en MalaquĂas capĂtulo 4, vemos que esta persona es un profeta y restaura la fe original de los padres.
99. Ahora estamos esperando que esta persona aparezca en la escena. Él será tan humilde que la inmensa mayorĂa no lo reconocerá, sino apenas un grupito pequeño lo entenderá. Ustedes se acuerdan en las Escrituras cuando Juan estaba por venir y fue profetizado como el mensajero que vendrĂa a la Venida de Cristo, “la voz de uno que clama en el desierto.” MalaquĂas lo vio y hablĂł de Ă©l en el capĂtulo 3, donde vemos la venida de ElĂas, quien fue el precursor de la Primera Venida de Cristo. Usted dice: “Pues, hermano Branham, yo no concuerdo. Es el capĂtulo 4.” Me dispensa que lo contradiga, pero Cristo dijo que era el capĂtulo 3. Lea usted en San Mateo capĂtulo 11 y versĂculos 10 y 14, y luego lea MalaquĂas capĂtulo 3.
100. Muchos tratan de aplicar el ministerio de Juan al capĂtulo 4 de MalaquĂas, ¡no señor! Eso no es. En MalaquĂas capĂtulo 4, cuando ese mensajero hubiese terminado su ministerio, el mundo será completamente quemado; y los justos en el Milenio hollarán las cenizas de los malos. Entonces si usted aplica el ministerio de Juan al capĂtulo 4 de MalaquĂas, entonces la Biblia dirĂa algo que no serĂa la verdad, porque han pasado ya casi dos mil años y el mundo todavĂa no se ha quemado y los justos todavĂa están. Esto tiene que estar en el futuro.
101. Si usted estudia en Apocalipsis y ve lo que el mensajero al fin de esta edad debe hacer, entonces usted ya puede ver las cosas correctamente. Él tiene que ser un profeta; tiene que unir todas