📜 El Libro de Sellos - Pág 22
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LOS SIETE SELLOS 22 77. Ahora, ellos eran demasiado inteligentes para creer un Mensaje tan sencillo; no tenía suficiente brillo para cuadrar con sus estudios científicos, ni para cuadrar con el programa educacional que tenían. Ahora, ellos habían estudiado para saber que había un Dios y sabían que era algo grande, y como resultado trataron de engrandecerse juntamente con Él, pero lo que no sabían era que para subir, hay que bajar. Ahora ¿quién es el que sabe si el Polo Norte está en verdad al Norte o quizás el Polo Sur está al Norte o viceversa? Estamos así colgando en el espacio, ¿por dónde nos queda para “abajo” y por dónde nos queda para “arriba”? Decimos que el Polo Norte queda para arriba, pero ¿cómo sabemos? Puede ser que el Polo Sur esté al Norte. Entonces no sabemos, hay que recordar... Usted puede preguntarme, “Hermano Branham, ¿cómo puede usted decir que para subir hay que bajar?” Yo digo eso basándome en las palabras de Jesucristo. Él dijo: Porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado. Lucas 14:11 78. Entonces en realidad para subir hay que bajar, y para bajar hay que subir. 79. En una ocasión en la ciudad de Chicago hubo un elemento muy bien educado que era un ministro de una organización muy famosa, y vino para predicar a los pentecostales. Tenía todo su sermón bien arreglado y preparado y cuando predicaba usaba palabras que los pentecostales no conocían, y se daba cuenta que no le estaban entendiendo. Entró al púlpito con el rostro levantado como un gallo orgulloso porque era el Santo Doctor Fulano de Tal, y era graduado en tal o cual seminario muy famoso allí en Chicago, y cuando predicaba vio que los pentecostales se estaban mirando el uno al otro. No sabían de qué estaba hablando por causa de su educación tan ilustre, y no le entendían. 80. Es igual al caso de este hombre tan famoso que fue derrotado en esta última elección presidencial. Cuando estaba yo predicando en la ocasión del entierro de la hermana Ford, y estaba predicando de la garantía de la resurrección: “Tan cierto como sale el sol así es de seguro que saldré yo algún día; tan cierto como en el otoño se muere la grama y las hojas se caen de los árboles, también tienen que regresar cuando la tierra vuelve en su órbita.” 81. Un amigo, Tuck Coots, me dijo: “Me gustó ese sermón.” 82. El hermano Neville y yo estábamos sentados en el carro, y le dije: “Tuck, yo no tengo ninguna educación.” 83. Él me respondió: “Eso es lo bueno.” Parece que él fue a oír la plática que dio este político Adlai Stevenson (ahora creo que me perdonaría por mencionar su nombre) y dijo que lo oyó por quince minutos, y este hombre es un orador muy elocuente y tiene una