📜 El Libro de Sellos - Pág 23
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DIOS EN SIMPLICIDAD 23 educación de universidad. Tuck me dijo que él a los quince minutos ya estaba bien dormido. Dijo que éste con su educación y elocuencia tenía todo tan pulido y había muy pocas palabras que Tuck entendió. Me preguntó: “Hermano Branham, ¿usted me ha visto dormir durante alguno de sus mensajes?” ¿Ve usted? Es la sencillez de la cosa, allí es donde encontramos a Dios. 84. Ahora, usted nota que en aquellos días estaban demasiado educados para captar la manera tan sencilla en que obraba Dios. El Mensaje no tenía ese brillo necesario para que ellos lo pudieran reconocer. Tiene que estar bien lisito, porque de otra manera lo pasan por alto. Ahora el Gran Jehová estaba ocultado en Su Palabra y se dio a conocer a un pueblo que creía en Su Palabra, y los salvó trayendo a cumplimiento un Mensaje sencillo; Dios trajo a cumplimiento el Mensaje sencillo de Noé. 85. También en los días de Moisés, era de nuevo un tiempo de liberación. Cuando Dios está a punto de hacer algo para la liberación de Su pueblo, Él manda un Mensaje a esa gente; y es algo tan sencillo, como lo veremos en la apertura de estos Sellos; y este es mi propósito en predicar esto primero; pues hallaremos que la apertura de estos Sellos es algo tan sencillo que los elementos educados lo pasan por alto a una distancia sin medida. 86. Recuerde la simplicidad de Dios y cómo es que Dios se esconde en la simplicidad. Ahora fíjese en esto: pueden partir el átomo y todas estas cosas, pero cuando llegan a la cuestión de la vida, ni pueden decir de dónde viene. Dios se esconde en una sencilla hojita de grama. Hoy pueden mandar un cohete a la luna y hacer tantas cosas con el radar, etc., pero sin embargo no pueden explicar la vida que existe en una hojita de grama; eso es porque no puede ser explicado, es tan sencillo que lo pasan por alto. 87. Ahora fíjese en los días de Moisés cuando Dios estaba listo para librar los israelitas según Su Palabra, y ¿qué hizo? Escogió una familia sencilla, de la cual no tenemos ningún registro; únicamente sabemos que eran de la familia de Leví (Exodo 2:1). Era una persona ordinaria, quizás un alfarero que fabricaba ladrillos para el enemigo, él era apenas un simple esclavo israelita; pero Dios escogió a esa familia para que de allí naciera el libertador, una sencilla familia judía. Él no escogió la familia del rey o alguna familia de mucha fama, ni aun escogió la familia de algún sacerdote; más bien tomó una familia común, cualquiera. ¿Ve usted? Esa es la simplicidad. 88. Luego fíjese en lo que hizo: produjo un niño común, un simple humano. Él pudo haber ordenado que el sol los libertara si hubiera querido, o aun que los libertara el viento, o un ángel. ¡Oh, aleluya! Dios puede hacer lo que quiere. Usted dice: “Pero hermano