📜 El Libro de Sellos - Pág 90
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LOS SIETE SELLOS 90 Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. 141. Ellos querían volver, y aquí vemos que a la verdad vuelven para ser reyes y sacerdotes. ¡GLORIA A DIOS! Me siento tan glorioso hasta poder hablar en lenguas. Fíjense: Aquí parece que no tengo suficiente idioma para alabarle; necesito otro idioma que ni conozco. Y miré, y oí voz de muchos ángeles... 142. Escuche qué grande jubileo estaban teniendo cuando vieron ese Cordero venir y tomar el Libro de la Redención, entonces sus almas clamaron. Veremos esto más adelante. Todos se postraron y los ancianos vaciaron las oraciones de los santos. ¿Por qué? Allí estaba un Pariente en representación nuestra. Ellos cayeron sobre sus rostros y cantaron un cántico, diciendo: “Tú eres digno porque fuiste inmolado.” Ahora fíjense bien en estos ángeles. Y miré, y oí voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los animales, y de los ancianos; y la multitud de ellos era de millones de millones, Que decían en alta voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder y riquezas y sabiduría, y fortaleza y honra y gloria y alabanza. 143. Qué jubileo tan tremendo hay en el Cielo cuando el Cordero sale del puesto de Intercesor para venir aquí para reclamar lo Suyo. Lo que posiblemente sucedió con Juan es que vio su nombre escrito allí. Cuando estos Sellos fueron abiertos, él se contentó mucho. Escuche lo que dice: Y oí a toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está en el mar, y todas las cosas que en ellos están, diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la bendición, y la honra, y la gloria, y el poder, para siempre jamás. (¡Amén, amén, amén y amén!)Y los cuatro animales decían: Amén. Y los veinticuatro ancianos cayeron sobre sus rostros, y adoraron al que vive para siempre jamás. 144. Esto sí que fue un jubileo y un tiempo muy tremendo cuando aquel Cordero salió. ¿Ve usted? El Libro de los misterios aún en el Cielo está sellado. Usted dice: “¿Está mi nombre?” No sé, ojalá. Y si su nombre está es que fue escrito allí antes de la fundación del mundo. Pero la primera cosa que representaba aquella redención fue el Cordero que fue inmolado desde antes de la fundación del mundo. Y Él tomó el Libro (¡GLORIA!), lo abrió y le quitó los sellos y lo envió a la Tierra a Su séptimo ángel, para revelarlo a