LA BRECHA 91
Su pueblo. Allí lo tiene usted. ¿Qué sucedió? Los gritos, las alabanzas, los aleluyas, los glorias a Dios porque uno fue hallado digno...
145. Y allí estaba Juan, quien había estado viendo todo esto, dijo: “Oí toda criatura en el cielo, la tierra y en el mar alabando a Dios, diciendo: ‘¡Amén, alabanzas, honra, sabiduría y poder sean para Él, Quien vive eternamente!”
146. ¡Qué tiempo tan maravilloso fue cuando fueron abiertos los Sellos! Debió haber sido que Juan miró hacia adentro y vio más allá de la cortina del tiempo, y dijo: “Allí está Juan.” Él estaba tan contento que dijo que podía oír todas las criaturas clamando en el cielo, en la tierra, y en el mar: “¡Amén, alabanzas, gloria, sabiduría, poder, fortaleza y riquezas sean para Él! ¡Amén!” ¿Por qué fue así? Cuando la revelación vino, que el Cordero, el Redentor, nuestro pariente, había vuelto del Trono, donde era Mediador, y había vuelto aquí para tomar Su posesión. Escuche bien las palabras de este himno:Ya pronto el Cordero tomará Su Novia, Para estar siempre a Su lado; Y allí todas las huestes celestiales estarán reunidas;En verdad será una cosa gloriosa,Al ver todos los santos vestidos de blanco inmaculado; Y con Jesús reinaremos por toda la eternidad. Oh, el Maestro nos llama ‘Venid a la cena’ (alimentarnos conla Palabra. Oh, hermanos, me hallo sin palabras para alabarle).Podemos venir a la mesa del Señor a toda hora,(Eso es por ahora, pero cuando Él sale de allí,entonces no habrá alimento) Él alimentó a la multitud y convirtió el agua en vino. A los hambrientos llama ahora: ‘Venid a la cena’.
147. Él fue Quien dijo: “El que creyere en mí, las obras que yo hago también él las hará.” ¡Oh hermano, qué cosa! El que prometió estas cosas en los últimos días, el que dijo estas cosas y que está ahora en el tiempo de la revelación de estas cosas, cuando se están dando a conocer, Él dijo: “Venid a la cena.” ¡Oh hermano, no deje que se le escape esto! Inclinemos nuestros rostros por unos momentos.
148. En el culto de mañana por la noche, por la gracia de Dios, trataremos de abrir el Primer Sello, si Dios nos lo abre y nos deja ver la revelación que ha estado escondida desde la fundación del mundo. Pero antes de eso, tú, amigo pecador, o miembro tibio de la iglesia, ¿eres apenas miembro de alguna iglesia o ni eres miembro? Y si solamente eres miembro de alguna iglesia, te sería casi igual de provechoso no serlo. Lo que necesitas es un nacimiento,