LA PALABRA HABLADA
108
se lo revelará a usted.
24. Y si usted no lo entiende, yo estoy – estoy disponible
cualquier tiempo para hacer lo mejor para ayudarle, por carta, o por
– o por entrevistas personales, o cualquier cosa en que yo pudiera
ayudarle. Por supuesto, nos damos cuenta que eso no salva a un
hombre, tampoco lo condena, sino que eso solamente trae luz sobre el
tema que todos nosotros estamos tratando, que es tan difĂcil de
hacer que la gente lo vea. Eso solamente trae luz.
25. Ahora, a la audiencia que está visible, yo dije esto a causa
de las cintas, ¿ve usted? Y estas cintas van a todo – a todo
lugar.
26. Ahora, inclinemos nuestras cabezas solo por un momento antes
de acercarnos al Autor de esta Palabra. ¿Y cuántos en la audiencia
en esta mañana están necesitados? Sólo diga: “Estoy necesitado,
oh Dios, sé misericordioso conmigo”. El Señor les bendiga. Y
para aquellos que escucharán la cinta: cuando usted la oiga, que
Dios le conceda su peticiĂłn.
27. Nuestro Padre Celestial, somos un pueblo agradecido, un
pueblo indigno todavĂa; pero estamos acercándonos a Tu Trono de
gracia esta mañana, porque hemos sido invitados a venir. Jesús
dijo: “Cualquier cosa que pidiereis al Padre en Mi Nombre, yo lo
haré”. Ahora, sabemos que esa es la Verdad.
28. Y aquà en la audiencia y afuera en la – la Tierra en donde
las cintas irán, allà probablemente habrá decenas de millares de
cristianos nacidos de nuevo que oirán esto. Y sabemos, Padre, que
cuando somos nacidos de nuevo, que nuestro EspĂritu es nacido de
Arriba. Eso es el EspĂritu de Dios, el EspĂritu Santo sobre
nosotros. Y nos damos cuenta que ese EspĂritu Santo es Todopoderoso
y puede hacer cualquier cosa por nosotros que deseamos que sea
hecha. Entonces, Padre Celestial, pedirĂamos a Ti que sueltes
nuestra fe a ese EspĂritu, que eso pueda darnos seguridad en esta
mañana, y para la gloria del Reino de Dios, todas estas peticiones
y deseos; que podamos ser sanados de nuestras enfermedades y
aflicciones, que podamos servir a nuestro Dios con todo nuestro ser.
29. Abre nuestros oĂdos del entendimiento hoy. Y a medida que me
propongo presentar esta gran pregunta y aclararla en la mente del