📅 El Libro de Semanas - Pág 108
⬅️ 108/162 ➡️
LA PALABRA HABLADA 108 se lo revelará a usted. 24. Y si usted no lo entiende, yo estoy – estoy disponible cualquier tiempo para hacer lo mejor para ayudarle, por carta, o por – o por entrevistas personales, o cualquier cosa en que yo pudiera ayudarle. Por supuesto, nos damos cuenta que eso no salva a un hombre, tampoco lo condena, sino que eso solamente trae luz sobre el tema que todos nosotros estamos tratando, que es tan difícil de hacer que la gente lo vea. Eso solamente trae luz. 25. Ahora, a la audiencia que está visible, yo dije esto a causa de las cintas, ¿ve usted? Y estas cintas van a todo – a todo lugar. 26. Ahora, inclinemos nuestras cabezas solo por un momento antes de acercarnos al Autor de esta Palabra. ¿Y cuántos en la audiencia en esta mañana están necesitados? Sólo diga: “Estoy necesitado, oh Dios, sé misericordioso conmigo”. El Señor les bendiga. Y para aquellos que escucharán la cinta: cuando usted la oiga, que Dios le conceda su petición. 27. Nuestro Padre Celestial, somos un pueblo agradecido, un pueblo indigno todavía; pero estamos acercándonos a Tu Trono de gracia esta mañana, porque hemos sido invitados a venir. Jesús dijo: “Cualquier cosa que pidiereis al Padre en Mi Nombre, yo lo haré”. Ahora, sabemos que esa es la Verdad. 28. Y aquí en la audiencia y afuera en la – la Tierra en donde las cintas irán, allí probablemente habrá decenas de millares de cristianos nacidos de nuevo que oirán esto. Y sabemos, Padre, que cuando somos nacidos de nuevo, que nuestro Espíritu es nacido de Arriba. Eso es el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo sobre nosotros. Y nos damos cuenta que ese Espíritu Santo es Todopoderoso y puede hacer cualquier cosa por nosotros que deseamos que sea hecha. Entonces, Padre Celestial, pediríamos a Ti que sueltes nuestra fe a ese Espíritu, que eso pueda darnos seguridad en esta mañana, y para la gloria del Reino de Dios, todas estas peticiones y deseos; que podamos ser sanados de nuestras enfermedades y aflicciones, que podamos servir a nuestro Dios con todo nuestro ser. 29. Abre nuestros oídos del entendimiento hoy. Y a medida que me propongo presentar esta gran pregunta y aclararla en la mente del